Fito Molina
SAN PEDRO SULA- La rotativa que imprimía Diario Tiempo se silenció, el diario que se leía primero dejó de salir al público el 27 de octubre de 2015, los casi 45 años de estar informando a la nación con la verdad se desplomaron en pocas horas, la asfixia que autoridades nacionales y de Estados Unidos le aplicaron al tabloide que durante su permanencia en el mercado era la voz de los sin voz en Honduras no tuvo su cometido total.
El miércoles, día que dejó de publicarse de edición impresa de Diario Tiempo, la sala de redacción, fotomecánica y de máquinas se mostraban lúgubres, el personal de las mismas con sus rostros desencajados y muchos de ellos llorando por la impotencia de no poder atender económicamente los compromisos adquiridos con terceros a favor de sus hijos, esposas y familiares por la falta de pago de sus salarios.
Los trabajadores que están en un estado de incertidumbre, esperan que muchas empresas y el gobierno de la nación que le deben al periódico hagan efectiva la deuda para que con ese dinero se les pague el sueldo del mes de octubre y poder de esta manera atender algunos compromisos que los agobian actualmente.
La máquina o rotativa la noche de ayer no hizo bulla, tampoco se escucharon los gritos del personal que por años imprimió el diario, asimismo, los motores de los vehículos que transportaban el diario a los diferentes ciudades y pueblos de la nación no se percibieron, Además, no llegaron hasta el pregón de la empresa los voceadores del tabloide, personas de escasos recursos que con la venta obtenían dinero para llevarlo a sus humildes hogares y poder paliar de alguna forma su pobreza.
De igual manera el teclado de las computadoras de la sala de redacción, departamento de diseño, los talleres de Fotomecánica el departamento de Administración y Publicidad están en silencio por ahora.
Pero aun con la estocada recibida, Diario Tiempo no está muerto totalmente, sus seguidores seguirán informándose del acontecer nacional por medio de la web.
