Redacción. Un operativo federal a gran escala sacudió la intersección de Joy y Livernois, en el oeste de Detroit, en un intento por capturar a Marcos Fabián Arita Bautista, un migrante hondureño de 30 años.
Según el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), Arita había sido deportado dos veces y logró evadir a los agentes en un intento previo.
A las 7:00 a.m., un convoy de vehículos federales, incluyendo agentes del ICE, FBI, DEA, ATF, la Patrulla Fronteriza y el Servicio de Alguaciles Federales, irrumpió en la zona. Con armas desenfundadas y un escudo al frente, los oficiales rodearon una casa, generando una escena que rápidamente puso al vecindario bajo tensión. La precisión del despliegue parecía sacada de un drama policial, pero esta redada no sería silenciosa.

Comunidad
Minutos después de que los agentes tocaran la puerta, una fuerza inesperada comenzó a llegar: la comunidad. Vecinos, activistas, miembros de la Asamblea del Movimiento Popular y defensores de migrantes se enteraron del operativo gracias a una llamada a la línea directa “Migra Watch”, creada para alertar sobre redadas.
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Los manifestantes se agruparon rápidamente, algunos incluso interponiéndose frente a los vehículos del ICE. Otros grabaron y denunciaron la situación en redes sociales al grito de «¡No más deportaciones!». La tensión escaló, y la Policía de Detroit, que colaboró con las autoridades federales, usó gas pimienta para dispersar a los presentes. El resultado de la confrontación fue de tres personas arrestadas, incluyendo dos manifestantes.
Deportación
Según las autoridades, Arita no solo se encontraba en Estados Unidos sin documentos, sino que ya tenía una orden final de deportación y había huido previamente de los agentes del ICE. Kevin Raycraft, director interino de la Oficina de Campo de Operaciones de Detención y Deportación del ICE en Detroit, declaró: «A Arita lo expulsaron dos veces de este país y huyó de las fuerzas del orden para intentar escapar de una situación que él mismo creó».
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La redada del lunes forma parte de una estrategia más amplia impulsada por la administración de Donald Trump, que ha prometido un récord de deportaciones. Los defensores de los migrantes temen que estos operativos se conviertan en rutina y que la colaboración de la policía local, como la de Detroit, debilite la confianza de las comunidades migrantes.

Historial
ICE detalló el historial migratorio de Marcos Fabián Arita Bautista:
- Septiembre de 2015: Ingresó ilegalmente a Estados Unidos cerca de Falfurrias, Texas. Fue detenido por la Patrulla Fronteriza, recibió una orden de deportación acelerada y fue deportado a Honduras.
- Febrero de 2018: Ingresó ilegalmente de nuevo a Estados Unidos cerca de Hidalgo, Texas. La Patrulla Fronteriza lo detuvo, restableció su orden final de deportación y lo deportó nuevamente a Honduras.
- 2022: Se declaró culpable de cargos relacionados con vehículos en el condado de Dauphin, Pensilvania.
- Junio de 2025: ICE recibió información que indicaba su residencia en el área de Detroit, lo que llevó al operativo.
Dilema
Los activistas no solo protestaron por el arresto de Arita, sino también por la cooperación entre la policía local y las autoridades migratorias federales, un tema que divide a ciudades enteras y que en lugares como California ha llevado a leyes que limitan esa colaboración. «Detroit debe proteger a su gente, no entregarla», fue un mensaje que circuló en redes mientras los manifestantes intentaban bloquear el paso del camión donde se llevaron a Arita.