Redacción. La violencia y el descontento ciudadano por la creciente ola de asaltos alcanzó este jueves un punto crítico en el barrio Barandillas de San Pedro Sula, donde un grupo de vecinos decidió tomar la justicia por mano propia contra un presunto ladrón.
Los ciudadanos del sector, cansados de la constante inseguridad, decidieron capturar y golpear al hombre, quien fue detenido en flagrancia mientras intentaba cometer un asalto.
El incidente ocurrió en horas de la tarde cuando el hombre, de aproximadamente 35 años, fue sorprendido en plena acción al intentar robar a una mujer utilizando una pistola de juguete.
Según información preliminar, el sujeto había perpetrado robos previos en la misma área, lo que exacerbó el malestar de los residentes, quienes temen por su seguridad en la zona.
El enojo colectivo llevó a los vecinos a actuar con furia. Desarmaron al hombre, lo redujeron a golpes y lo amarraron, exhibiéndolo públicamente como un escarmiento.
En medio de la golpiza, el sujeto pidió perdón, diciendo en voz baja: «Ya, por favor, ya déjenme, perdón». Este momento quedó registrado en un video, el cual rápidamente se viralizó en redes sociales.
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Uso de la violencia
El video generó un intenso debate sobre la justicia por mano propia. Algunos apoyan la reacción de los vecinos, quienes sienten que las autoridades no hacen lo suficiente para mantener la seguridad. Por su parte, otros condenan la violencia y señalan que la justicia debe aplicarse a través de los canales legales establecidos.
Uno de los testigos que presenció el suceso comentó que, la intervención de la policía aseguró que el hombre no fuera linchado por los ciudadanos. La intervención oportuna de agentes policiales evitó que la situación escalara a una tragedia mayor.
Los uniformados llegaron al lugar y, tras reducir la tensión, trasladaron al presunto asaltante en una patrulla hacia la posta policial del sector, donde quedó bajo custodia.
El caso sigue bajo investigación y las autoridades recordaron que, aunque la indignación y el hartazgo ciudadano son comprensibles ante la falta de seguridad, la justicia no debe tomarse en manos de los civiles.
Este nuevo incidente pone de manifiesto la creciente preocupación de los ciudadanos por la inseguridad en el país. Sin embargo, también resalta los peligros de recurrir a la justicia por mano propia, en un contexto marcado por la impotencia y la desesperación. Esto podría acarrear consecuencias aún más graves.
