Las autoridades de Nicaragua informaron este martes que detectaron dos casos del gusano barrenador en humanos en el país, que se encuentra en alerta sanitaria animal desde abril pasado.
«Hemos detectado casos en dos humanos, uno de ellos en el oído, pero gracias a Dios no pasó a más. Se le sacaron 102 larvas», dijo el director del Instituto de Protección y Sanidad Agropecuaria (IPSA) de Nicaragua, Ricardo José Somarriba Reyes, al programa ‘Desde el Parlamento’ de la Asamblea Nacional (Legislativa), en Managua.
«El otro caso se dio en la nariz y se le tuvo que sacar» las larvas, agregó el funcionario, que explicó que una mosca puede poner hasta 150 larvas «en una puesta».
El director del IPSA indicó que en total han registrado 4.655 casos de gusano barrenador, incluido los dos casos en humanos.
De los 4.655 casos detectados de esa plaga, 3.489 son en ganado bovino, 615 en porcinos, 234 en caninos, 223 en equinos, 69 en ovino, 21 en caprino, dos en humanos, uno en ave, y uno en conejo, precisó Somarriba Reyes.
Le puede interesar: Guatemala declara estado de emergencia por caso de gusano barrenador
Todos los casos confirmados se han dado en fincas ubicadas en los departamentos (provincias) de Río San Juan y Rivas, así como en la Región Autónoma de la Costa Caribe Sur, fronterizos con Costa Rica, por donde habría ingresado la plaga a Nicaragua, de acuerdo con la información.
La plaga ha avanzado a los provincia de Granada, Carazo, Masaya, Managua, León y Chinandega, en el Pacífico; así como a las provinciass de Boaco y Chonatesl (centro), y a las de Matagalpa, Jinotega, Estelí, Nueva Segovia y Madriz (norte), donde mantienen vigilancia epidemiológica, anotó el funcionario.
Hasta ahora los técnicos del IPSA han visitado 33.242 fincas y 8.482 viviendas, además, han realizado inspecciones a 1.152.104 animales, de los cuales han curado heridas a 109.526 donde particularmente se posa la mosca que pone el gusano, de acuerdo con la información.
En abril pasado, el IPSA activó un sistema de 122 técnicos sobre los siete puntos de control cerca de la frontera con Costa Rica, que es donde habría llegado el parásito tras 25 años de no tener presencia en Nicaragua, desde su erradicación en 1999.