YORO. Ayer, entre dolor e impotencia, familiares y amigos de las víctimas de masacre en Olanchito les dieron el último adiós no sin antes exigir justicia ante las autoridades hondureñas.
Lágrimas y rostros desubicados se vieron en el sepelio de dos ancianos y un menor que fueron asesinados este viernes por desconocidos. Entre expresiones de «no puedo creerlo» y «esto no puede estar pasando», no quedó de otra que decir adiós.
El crimen causó impotencia e indignación en la población de la comunidad La Unión; mismos que decidieron exigir los tres siguientes puntos a las autoridades policiales de ese sector:
- Investigación de la masacre que acabó con la vida de tres personas.
- Construcción de postas policiales en el sector.
- Facilitación de patrullas con efectivos de la Policía Militar de Orden Público (PMOP).
Los restos de las tres personas fueron sepultados en la comunidad de El Carril, entre el amor y cariño de todos sus cercanos. Cabe destacar que se contó con la presencia de una cantidad considerable de personas en el lugar.
ANTECEDENTE: Masacre en Olanchito
La sangrienta escena donde yacían los cuerpos de Blanca Padilla de 68 años de edad, José Varela de 80 años y Jan Carlos Varela de 7, conmocionó a yoreños como a ciudadanos a nivel nacional.
Según lo informado por agentes policiales, los cadáveres fueron encontrados dentro de su vivienda el viernes en la mañana. Asimismo, los tres fueron asesinados en el mismo lugar y con la misma arma: un machete.
“Es lamentable mirar a estas personas muertas, doña Blanquita y don Varela era personas tranquilas. Vine desde hace cuatro años acá a Olanchito y desde entonces los conozco. Pero no se por qué les dieron muerte, si eran tranquilos al igual que sus hijos”, dijo un vecino.
Finalmente, el crimen despiadado está siendo investigado y parecería ser que era un asunto personal. Sus cuerpos recibieron heridas de gravedad en el área de la garganta, mismas que les terminaron quitando la vida.
