Redacción. Agentes de la Dirección Policial Anti Maras y Pandillas contra el Crimen Organizado (Dipampco) desmantelaron este miércoles un sistema de cámaras de vigilancia presuntamente controlado por la Mara Salvatrucha (MS-13) en la aldea La Calera, en Tegucigalpa, Francisco Morazán, salida que conduce al oriente de Honduras.
Los aparatos electrónicos de video estaban instalados en puntos estratégicos en una zona muy cercana a la calle principal. En la operación participaron elementos asignados a la Dirección de Seguridad del Transporte Urbano (DSTU).
Los agentes confirmaron que las cámaras se encontraban tanto en postes del tendido eléctrico como en árboles. En ambos sitios es ilegal y prohibido instalar este tipo de aparatos debido a que son propiedad del Estado de Honduras.
El oficial a cargo de la operación, el comisario Juan Martínez, indicó: «Tenemos información de que estas cámaras las instalaron grupos criminales y, en estos caos, la Policía debe de limpiar esto». A su vez, resaltó que ahora los delincuentes se valen de la tecnología para operar.
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Esta no es la primera ocasión en que se desmantelan sistemas de vigilancia en sectores de la capital hondureña o aledaños. Las autoridades aseguran que el crimen organizado ha expandido sus acciones a aldeas y caseríos por la operatividad policial en el casco urbano.
Operativos de control
El comisario también dijo que siguen reforzando operaciones policiales a nivel nacional con la intención de prevenir y neutralizar las actividades ilícitas que promueven las maras y pandillas.
«Una de las principales actividades es la identificación y desmantelamiento de sistemas de cámaras de vigilancia instalados por estos grupos delincuenciales. Ellos buscan ejercer control y mantener su influencia en determinadas áreas del país», añadió Martínez.
En cuanto a las cámaras instaladas en la aldea de La Calera, los investigadores argumentaron que son dispositivos con tecnología avanzada, desde grabación de alta resolución hasta capacidad de ser manipulados desde un teléfono celular de cualquier parte del mundo.
También destacó que «los aparatos se pueden conectar a través de wifi o conexión directa, por lo que ofrecen un alcance de 360 grados y la posibilidad de monitorear audio y video en tiempo real».
Para desmantelarlas por completo, agentes usaron escaleras para subirse hasta donde estaban las cámaras, además les cortaron los cables para que así no vuelvan a utilizarlas.