Lluvia
Después de que El Pollo soltara que, si su presidenciable no tenía las actas en mano, andaba haciendo un “papelón”, le cayó encima un aguacero de críticas. El hombre corrió a subir un mensajito de respaldo para su líder, pero la pipol no se lo tragó y le recordó que en la zona norte los votos son duros.
Negociaciones
Mientras trotaba por las calles de la city soltó que, si el comandante de las liebres termina aceptando el gane de Nasralla es porque hay negociaciones en marcha. Pero según dijo, a esas pláticas no lo han invitado.
Florero
Y es que, según El Pollo, su silla en el Central Ejecutivo ha sido más de “florero” que de dirigente: decorativa, bonita y bien colocada, pero sin que los líderes del instituto lo tomen en cuenta para nada y menos le contestan las llamadas, asegura.
Esfuma
Por otro lado, cuentan que en el palacio ya casi ni mencionan a su candidato presidencial. El entusiasmo que antes presumían algunos se evaporó sin despedirse, como si nunca hubieran levantado la mano. Ahora todos andan viendo para otro lado.
Presentes
Además, dicen que más de uno anda obligado a aparecer en cada evento navideño de la muni. No es solo para que presuman el “espíritu festivo”, sino para dejar clarito que siguen alineados con el jefe. Porque en estos tiempos, faltar a un encendido de luces pesa más que faltar a trabajar.
Tardanza
Mientras tanto, los jampedranos siguen con la calculadora en mano tratando de descifrar cuánto más falta para que terminen la famosa trocha que conectará la 33 con Chamelecón. Dicen que ya van tres años de obra y que, si seguimos al ritmo actual, quizá la inauguren a finales… pero de 2026. Y eso siendo optimistas.
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