Nulo
Al que los nervios le jugaron una mala pasada fue a El Pollo. Marcó, avanzó muy seguro a la urna… ¡y zas!, metió las papeletas sin el sello correspondiente. Los de la mesa solo lo vieron y le soltaron un diplomático “I’m sorry” no lo podemos sacar.
Fuera
El edil sampedrano ni votó en plancha ni nada por el estilo; más bien, dejó marcada una casilla para su hermano. Pero todo ese cariño familiar no sirvió de mucho: el voto no tenía validez. Al que dejó por fuera es a Marlon Lara… aunque el alcalde nunca explicó por qué.
Bandera
Mientras tanto, la pollita le pedía a su pollito que posara con la bandera rojo-blanco-rojo, para la foto del recuerdo. Pero él, más vivo, le dijo que ni loco, que lo podían anular. Y mire usted, de todas maneras, siempre termina siendo nulo.
Espera
La que andaba con cara de pocos amigos era la candidata a vice. Dicen que El Pollo la dejó más de una hora esperando en el centro de votación… mientras él andaba feliz de la vida calando una bicicleta.
Sin votar
El que se quedó con las ganas de poner su cruz fue el candidato de los liebres. Le tocaba votar en los Miamis, pero como nunca apareció por ahí… se quedó sin su propio voto.
Comidita
A buena mañana andaba el edil sampedrano, muy campechano, comprándole personalmente las baleadas a su equipo.
Grosera
Y en la muni, una funcionaria amaneció con los cables cruzados. Andaba tan grosera con la prensa que varios periodistas terminaron molestos porque, además de mala cara, los empujó varias veces.
Cuestionan
En sus recorridos por distintos centros, El Pollo quiso ver cómo iba el ambiente. Pero en una de esas visitas, unos libertinos lo atajaron para preguntarle por el caso de su familiar…
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