Redacción. El rover Curiosity de la NASA ha logrado un hallazgo fascinante en Marte: una estructura geológica largamente buscada, ahora apodada «telarañas», cuyas imágenes confirman una rica historia de agua fluyendo en el planeta rojo, anunció la agencia espacial.
Este descubrimiento no solo es visualmente impactante, sino que abre nuevas avenidas para comprender la evolución de Marte.
La impresionante estructura de crestas entrelazadas, que se extiende a lo largo de 19 kilómetros en algunos puntos, es una evidencia crucial para los expertos. Sugiere que agua subterránea alguna vez se propagó por esta sección de Marte. Este es un fenómeno que hasta ahora solo había sido inferido a partir de observaciones orbitales.
«Las imágenes y los datos que se están recopilando ya están planteando nuevas preguntas sobre cómo estaba cambiando la superficie marciana hace miles de millones de años», declaró la NASA en un comunicado, destacando la magnitud de este descubrimiento.
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El secreto de las «telarañas»
La NASA ha recordado que «el planeta rojo alguna vez tuvo ríos, lagos y posiblemente un océano». Aunque los científicos aún debaten las razones de su desaparición, su agua se secó, transformando el planeta en el desolado desierto gélido que es hoy. Sin embargo, estas «telarañas» son un testimonio de ese pasado húmedo.
El agua subterránea fluyó creando estas intrincadas crestas, algunas de solo unos pocos centímetros de altura. El proceso consistió en que el agua dejó un rastro de minerales que se acumularon en grietas y fisuras, endureciéndose al secarse. «Sorprendentemente, los patrones entrelazados muestran que, incluso en medio de este secado, el agua seguía presente bajo tierra, creando cambios que se ven hoy», explicó la NASA.
A lo largo de eones, el viento marciano erosionó la roca circundante, dejando al descubierto estas redes de crestas resistentes, similares en su formación a las estalagmitas y estalactitas terrestres.
Exploración continua
El patrón «arácnido» que dio nombre a estas formaciones se extiende por kilómetros en una capa del Monte Sharp. Esta es una imponente montaña de casi cinco kilómetros de altura que es objeto de estudio por el equipo del rover Curiosity.
Utilizando su brazo robótico, el Curiosity ha excavado el lecho rocoso de la zona para recolectar muestras. Estas serán analizadas en busca de moléculas orgánicas en la antigua tierra marciana.
Este hallazgo se suma a descubrimientos previos que fortalecen la idea de un Marte habitable. A principios de este año, los investigadores ya habían encontrado indicios de que el planeta desértico pudo haber sustentado vida avanzada en el pasado, al detectar el mineral de carbonato siderita en un porcentaje significativo de las muestras recolectadas en abril.
La misión Curiosity continúa desvelando los secretos de Marte, redefiniendo nuestra comprensión de la historia del planeta rojo y su potencial para la vida.