Redacción. A partir del 11 de abril, entra en vigor el Requisito de Registro de Extranjeros del Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos, que obliga a millones de inmigrantes indocumentados a registrarse en línea en el sitio del Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos (USCIS).
Esta medida afecta a entre 2.2 y 3.2 millones de personas y viene acompañada de la amenaza de persecución penal para quienes no cumplan con el registro.
El registro es obligatorio para extranjeros mayores de 14 años que hayan estado en EE. UU. por más de 30 días.
A pesar de las demandas de grupos de defensa de los inmigrantes, un juez federal permitió que la administración de Trump continúe con la medida.
Las organizaciones argumentan que la inscripción podría ser utilizada para expulsar a los inmigrantes y para recopilar información personal en su contra.
Según el USCIS, todos los extranjeros de 14 años o más que hayan estado en EE. UU. durante más de 30 días sin haber solicitado previamente una visa deben registrarse.
Además, se les tomará huellas dactilares y se les pedirá que proporcionen su dirección actual. Esta medida también aplica a los inmigrantes que ingresaron al país de manera ilegal o sin los documentos correspondientes.
Para realizar el registro, los solicitantes deben crear una cuenta en línea en el sitio web de USCIS y presentar el Formulario G-325R, donde deben proporcionar datos personales.
Además, deben asistir a una cita para proporcionar sus datos biométricos si se les requiere. No hacerlo puede resultar en sanciones que incluyen multas de hasta 5,000 dólares o hasta seis meses de prisión.
Gobierno de EE. UU.
El gobierno federal ha insistido en que el registro de inmigrantes es una medida establecida por leyes históricas que datan de la Ley de Registro de Extranjeros de 1940 y que, en este caso, se está aplicando a todos los inmigrantes, independientemente de su estatus legal.
Sin embargo, el debate sobre la utilidad de este registro continúa, con preocupaciones sobre la posible persecución de aquellos que no se registren.
Extranjeros ilegales, como los que cruzaron la frontera sin documentos, también deben registrarse.
Esta medida marca un hito importante en la política migratoria de Estados Unidos, y muchos inmigrantes, tanto aquellos que tienen estatus legal como los que no, siguen atentos a las implicaciones de este nuevo requisito.