Redacción. Una mujer intentó burlar a las autoridades migratorias utilizando una identidad falsa para pasar las evaluaciones de la ciudadanía americana, pero los agentes estadounidenses la descubrieron.
Munia Parvin, una mujer de 46 años originaria de Bangladesh y residente de Sarasota, Florida, será deportada de Estados Unidos por segunda vez luego de haber cumplido una condena de seis meses en una prisión federal.
Parvin, quien utilizó una identidad falsa para obtener la ciudadanía americana. Las autoridades la condenaron por fraude migratorio tras descubrírsele datos falsos en su solicitud de naturalización.
El Servicio de Ciudadanía e Inmigración (Uscis, por sus siglas en inglés) informó que ya habían deportado a la mujer en 1996 tras la denegación de su solicitud de asilo.
La mujer había pedido dicha condición en 1993, argumentando que temía persecución y arresto en su país natal, Bangladesh. Sin embargo, tres años después, el entonces Servicio de Inmigración y Naturalización (INS) rechazó su solicitud y ordenó su expulsión.
A pesar de la orden de deportación, Parvin decidió no cumplir con la orden judicial y asumió una nueva identidad. Bajo el nombre de Zarrin Hoque, solicitó la residencia permanente en Estados Unidos y posteriormente aplicó para la naturalización.
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En junio de 2012, Parvin juró como ciudadana americana utilizando esta identidad falsa, ocultando su verdadera historia migratoria. En su solicitud, declaró que nunca había usado otro nombre y que nunca la habían deportado, información que luego se revelaría como falsa.
Descubierta por la tecnología
El fraude se logró descubrir gracias a la tecnología de identificación dactilar y fotográfica, que permitió a las autoridades conectar a Parvin con su identidad original y la orden de deportación emitida en 1996.
Una vez acorralada, Parvin se declaró culpable de los cargos en su contra en septiembre del año pasado. El juez del distrito de Tampa la condenó a seis meses de prisión por proporcionar información falsa y engañosa a las autoridades migratorias, y también ordenó que se le revocara la ciudadanía americana.
James C. Spero, agente especial a cargo de la Oficina de Investigaciones de Seguridad Nacional (HSI, por sus siglas en inglés), explicó en un comunicado que el fraude migratorio socava gravemente el sistema de inmigración y puede comprometer la seguridad nacional.
Por ello, HSI, en colaboración con Uscis, lleva a cabo la “Operación Segunda Mirada”, una iniciativa diseñada para revisar solicitudes de naturalización sospechosas y detectar posibles fraudes. El caso de Parvin fue uno de los investigados bajo esta operación.
Una vez que Parvin cumpla su condena en prisión federal, será deportada a Bangladesh, tal como fue ordenado inicialmente en 1996.
