Tegucigalpa.- En «condiciones inhumanas» están las cárceles de menores en Honduras, reveló un informe de organizaciones civiles.
Esas cárceles, cuatro especificamente, «violan los derechos humanos» y por eso exigen al Gobierno un programa de prevención.
Lo anterior esta consignado en un informe denominado: “La situación de crisis de la niñez privada de libertad» pre y sentado el martes anterior en Tegucigalpa.
En tal razón, la organización no gubernamental (ONG) Asociación para una Sociedad más Justa (ASJ) remarca sore esta situación.
Hay»Inexistencia de modelos especializados de atención» a los adolescentes internos en estas cárceles para menores.
También faltan recursos «recursos humano calificado» y una «cobertura limitada de servicios» en los centros de internamiento.
De esta manera, el documento precisa que las correccionales carecen de instalaciones adecuadas y seguras para el alojamiento de adolescentes en conflicto con la ley. Asimismo, impera el hacinamiento y no hay provisión adecuada de alimentos.
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Por su parte, Diana Medina, directora del Programa Rescate de ASJ, dijo que esas cárceles para menores, también carecen de asistencia médica adecuada. Así como, de programas de estudio.
Derechos Humanos:
Dijo además, que los derechos a la vida y a una vida digna, son los más violados en las correccionales en Honduras. Esto, porque, los casos de tiroteos, motines y muertos son frecuentes.
Los adolescentes infractores siguen viviendo en «condiciones degradantes e inhumanas» en las cárceles para menores.
Esto anterior, pese a que en 2004, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), cuestionó a Honduras por esa problemática.
Los menores no tienen «condiciones de habitabilidad adecuada, no tienen espacios físicos, la alimentación, (los servicios) de salud y de educación que necesitan para desarrollarse no (los reciben) de forma adecuada», explicó Medina.
Política de reclusión:
De igual forma, Medina, lamentó que Honduras no cuente con una política sobre la reclusión de menores. Misma que, permita encaminar y unir los esfuerzos que realizan organizaciones hondureñas y organismos internacionales.
La experta reconoció los «esfuerzos» realizados por el gobierno hondureño para mejorar las condiciones de las cárceles de menores.
Pero, señaló que esas iniciativas deben «ser mayores». Para que el Estado pueda cumplir con su responsabilidad de contribuir a la rehabilitación de los adolescentes privados de libertad.
Según cifras divulgadas por Medina, los cuatro centros de internamiento para menores en Honduras albergan a 466 jóvenes. Además, apunta que la mayoría de los reclusos son integrantes de pandillas y en edades entre los 15 y 17 años.
Malas prácticas:
Para el coordinador de la Red de Instituciones por los Derechos de la Niñez (COIPRODEN), Wilmer Vásquez, las condiciones de las correccionales de menores es el resultado de «las malas prácticas, la falta de voluntad política y la falta de inversión».
Estas anteriores, para que se permita la implementación de estrategias especializadas en la atención de adolescentes infractores.
Vásquez, aseguró que esas estrategias deben estar orientadas a «la rehabilitación para la reinserción social» de los menores.
Esas medidas permitirán que «las personas privadas de libertad, lejos de convertirse en criminales o que esos centros se conviertan en escuelas de crimen, sean de verdad una respuesta con un enfoque de derechos humanos», subrayó Vásquez.
Fuente: EFE
