Redacción.- Julia Wendell, una joven polaca que afirmó ser la desaparecida Madeleine McCann, fue denunciada a la policía de California por imágenes explícitas de niños que supuestamente se encontraron en su teléfono.
La polaca de 21 años saltó a la fama en febrero de este año cuando creó un perfil en Instagram donde entregaba «pruebas» de que sería la británica Madeleine McCann, desaparecida el 3 de mayo de 2007, desde un balneario en Portugal.
Esta historia, sin embargo, se vino al suelo cuando tres exámenes de ADN confirmaron que Wendell era 100% polaca.
Hallazgo de imágenes explicitas
En medio de su campaña por decir que podía ser Maddie, Wendell fue asesorada por la psicóloga e investigadora privada, Fia Johansson, quien llevó a la mujer a California, Estados Unidos, para realizarse las pruebas y confirmar su versión.
En ese periplo, la polaca usó un móvil que la propia Johansson entregó a la policía.
El diario The Sun detalló que «Fia Johansson, una detective psíquica que llevó a la joven de 21 años a los EEUU para someterse a una prueba de ADN, presentó un informe ante la policía de los EEUU alegando que un teléfono que Julia dejó atrás parecía contener imágenes explícitas de niños. Asimismo, que evidencia de que Julia estaba alentando a las niñas para unirse a plataformas de sexo».
El aparato se entregó al Departamento del Sheriff del Condado de Orange, quien lo facilitará a las policías de Alemania y Polonia, quienes llevarán adelante la investigación.
En entrevista de The Sun, Johansson aseguró que «La policía se está tomando esto muy en serio y me aseguró que se realizará una investigación completa».
Declaraciones de Julia
Wendell, en tanto, también habló con The Sun y reconoció que había hablado ya con la policía polaca sobre la denuncia y que negaba cualquier acusación.
«No tenía pornografía infantil en mi teléfono. No soy una pedófila y nunca traté de alentar a ningún adolescente a hacer algo ilegal, malo y repugnante», aseguró a la publicación británica.
Wendell agregó que «No soy una pedófila. Soy una víctima de un pedófilo».
La polaca recalcó en The Sun que «sólo piénsalo con cuidado, si alguien es un pedófilo, creo que esta persona nunca iría sola a una estación de policía. Tampoco hablaría de lo que estaba hablando en público con todo el mundo porque sería muy peligroso. No es lógico. Estoy diciendo la verdad y limpiaré mi nombre porque no soy un monstruo».
Más allá de los dichos de Wendell, la investigación está abierta y ahora en manos de las policías alemana y polaca.