Redacción. Desde 2022 hasta la fecha, el Comisionado Nacional de los Derechos Humanos (Conadeh) reveló que se han registrado más de 30 muertes violentas de defensores de pueblos indígenas y del medio ambiente en Honduras.
El organismo ha solicitado al gobierno hondureño implementar medidas efectivas que garanticen la protección y seguridad de los defensores. La solicitud se realiza en respuesta a la creciente violencia y criminalización que enfrentan quienes luchan por la defensa de la tierra y los ecosistemas en el país.
En los últimos años la situación -añadió el Conadeh- se ha vuelto alarmante y el aumento agresiones a defensores no sólo afectan a los mismos activistas, sino también a sus familias, generándoles temor e incertidumbre.
De tal manera, la defensoría de los derechos humanos respaldó el último informe de la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos (CIDH). En éste se señaló a Honduras como uno de los países más peligrosos del continente y del mundo para la defensa de los derechos humanos.
El reciente asesinato del defensor ambiental Juan López ha intensificado las demandas de justicia y protección. El Conadeh ha pedido una investigación oportuna, independiente e imparcial, que además cumpla con los más altos estándares internacionales en materia de derechos humanos.
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Responsabilidad del Estado
De acuerdo con el Conadeh, durante el periodo 2022-2024 una decena de departamentos han sido escenario de estos crímenes. La violencia se concentra principalmente en Colón, Atlántida y Yoro, donde se registran el 79 % de los casos.
La situación ha reflejado una problemática que requiere atención inmediata de las autoridades. Y es que la responsabilidad del Estado en la protección de los defensores se ha reconocido en varias sentencias de la CIDH.
Entre algunas muertes de defensores del medio ambiente, el Conadeh recuerda la de Blanca Jeannette Kawas, asesinada en 1995. Otro significativo es el del Carlos Escaleras, reconocido defensor del medio ambiente y los derechos humanos, asesinado en 1997 en Tocoa, Colón.
En 1998, Carlos Antonio Luna López. El representante del Movimiento Ambientalista de Olancho fue asesinado luego de salir de una reunión municipal.
Todos los casos ponen en evidencia la urgencia del Estado de Honduras de adoptar medidas concretas para garantizar la seguridad de los defensores de derechos humanos y ambientalistas.