Redacción. El equipo legal de Juan Carlos “El Tigre”, Bonilla, solicitó este viernes al juez Kevin Castel que le otorgue una pena de 10 años de prisión a su cliente.
De acuerdo con el informe del periodista Matthew Russell Lee, de la cadena Inner City Press, la defensa del exdirector de la Policía Nacional argumenta que su defendido tiene problemas de salud, producto de una extirpación de vesícula en 2015.
“Los efectos a largo plazo de la extirpación de la vesícula biliar son diarrea, intolerancia a los alimentos grasos, gases, acidez de estómago, náuseas, vómitos, ictericia y dolor abdominal”, cita la petición.
Además, el escrito detalla que Bonilla sufre otros padecimientos, tales como agrandamiento en su próstata y secuelas de covid-19.
Uno de los abogados del exfuncionario policial relata en la misiva que mira diariamente a su cliente en el Centro de Detención Metropolitano de Brooklyn, donde ha notado su deterioro físico.
“Siempre que me encuentro con él en el MDC, va al baño cada media hora. También tuvo Covid-19 en 2022 mientras estaba en la prisión”, explica.
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Finalmente, la defensa de Bonilla se comprometió con Castel, asegurando que una vez su defendido sea deportado a territorio hondureño “no volverá a involucrarse en actividades delictivas”.
Declaración de culpabilidad
Bonilla aceptó, el pasado 7 de febrero, dos de los tres cargos que le imputaban. Se declaró culpable de conspiración para traficar cocaína y armas a los Estados Unidos.
La Fiscalía de Nueva York lo vinculó con el expresidente Juan Orlando Hernández, acusado por dos delitos relacionados con el narcotráfico y otro por transportar armamento.
Ese mismo día (7 de febrero) solicitó a sus abogados pedir una audiencia con Castel, para declararse culpable por los delitos atribuidos.
Acusaciones
La primera acusación señala que Bonilla desempeñó un papel clave en la conspiración internacional de tráfico de cocaína durante el 2003 y 2020. En esos años fungió como jefe de la Policía Nacional, condición que, según Estados Unidos, él aprovechó para delinquir.
La segunda, por usar, transportar y poseer ametralladores y dispositivos para fomentar la conspiración de importación de cocaína. Es decir, el trasiego de drogas y armas al país norteamericano, a través de actos de violencia extrema.