Redacción. El aceite de argán mantiene su reinado en la industria cosmética como uno de los ingredientes más efectivos y codiciados. Este extracto, que surge del árbol de argán en el suroeste de Marruecos, constituye el secreto histórico de las mujeres bereberes para lucir melenas envidiables. Gracias a su alta concentración de vitamina E y ácidos grasos esenciales, este elixir no solo hidrata y aporta un brillo inmediato, sino que fortalece la estructura interna del cabello desde la raíz hasta la punta.
Expertas en el cuidado capilar coinciden en que la principal ventaja de este aceite vegetal radica en su equilibrio perfecto: ofrece una nutrición profunda manteniendo una textura sorprendentemente ligera. Felicitas Ordás, referente en el sector, destaca su capacidad para eliminar el encrespamiento (frizz) y devolver la flexibilidad a las fibras más castigadas sin restarle movimiento al cabello.
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El argán permite obtener un acabado pulido y controlado, convirtiéndose en el aliado ideal para quienes buscan suavidad extrema sin saturar el pelo con químicos pesados.
Provecho
Para obtener resultados de salón en casa, los estilistas sugieren tres métodos principales de uso, siempre enfatizando que «menos es más»:
- Hidratación diaria: El usuario debe aplicar apenas dos o tres gotas en las palmas de las manos, calentarlas frotándolas y distribuirlas exclusivamente de medios a puntas. Este paso funciona mejor sobre el cabello húmedo o casi seco.
- Potenciador de mascarillas: Una vez por semana, mezclar unas gotas del aceite con la mascarilla habitual intensifica la reparación.
- Protección y sellado: Aplicar una cantidad mínima antes de usar la plancha o el secador ayuda a sellar la cutícula. También sirve como paso final del peinado para cerrar las puntas y añadir un toque de luz.
- Tratamiento intensivo: Existe la opción de aplicarlo únicamente en las puntas durante la noche y lavar el cabello normalmente a la mañana siguiente para una restauración profunda.
Precauciones
A pesar de sus múltiples beneficios, el aceite de argán no es una solución universal. Los profesionales advierten que las personas con cuero cabelludo graso deben evitar su aplicación cerca de la raíz para no saturar los poros. Asimismo, quienes poseen un cabello extremadamente fino podrían notar una pérdida de volumen debido al peso del aceite, por muy ligero que este sea.
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Finalmente, en casos de melenas severamente dañadas por procesos químicos extremos, los expertos recomiendan sustituir el aceite por tratamientos reparadores de mayor potencia. El argán actúa mejor como protector y nutriente que como reconstructor de daños estructurales graves.
