Redacción. En un mercado dominado por la tecnología láser y el dermapen, una técnica milenaria ha logrado posicionarse como la favorita de celebridades: la maderoterapia.
Este tratamiento, que se ha vuelto viral por sus resultados estéticos y terapéuticos, rescata la sabiduría de la medicina tradicional china para transformar la silueta sin recurrir a métodos invasivos.
Esta práctica utiliza herramientas de madera diseñadas ergonómicamente —conocidas también en ciertas variantes como Gua Sha— para masajear zonas estratégicas.
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El objetivo principal es estimular el sistema linfático y mejorar la circulación, logrando un impacto directo en la calidad de la piel.
Aliado
La eficacia de la maderoterapia reside en su capacidad para actuar en áreas críticas como el abdomen, los glúteos y las piernas. Al aplicar presión con los instrumentos de madera, se logra:
- Reducir la celulitis: Los movimientos rompen los nódulos de grasa y favorecen la eliminación de líquidos retenidos.
- Reafirmar el tejido: Estimula la producción natural de colágeno y elastina, lo que devuelve la firmeza a la piel.
- Efecto terapéutico: Más allá de la estética, alivia contracturas, reduce el estrés y genera una sensación de ligereza en las extremidades.
Ritual en casa
Para quienes desean mantener los beneficios fuera del centro de estética, los expertos recomiendan un protocolo casero sencillo. La clave es iniciar aplicando un aceite corporal con ingredientes activos como el pomelo (lipolítico) o el romero (circulatorio) para facilitar el deslizamiento de la madera.
El masaje debe realizarse siempre con movimientos ascendentes —desde los tobillos hacia la zona inguinal o los glúteos— para guiar correctamente el drenaje de toxinas. Esta rutina constante no solo mejora el metabolismo celular, sino que también se convierte en un momento de relajación profunda tras la jornada diaria.
