REDACCIÓN. En el constante vaivén de las tendencias de belleza, ha surgido un nuevo protagonista que promete desbancar a los clásicos rosados y melocotones: el blush rojo.
Aunque a primera vista este tono pueda parecer intimidante o demasiado vibrante, los expertos aseguran que es el secreto mejor guardado para lograr un rostro lleno de vitalidad y elegancia.
Del mismo modo, la clave de este fenómeno reside en las texturas líquidas y en crema, que se han posicionado como herramientas indispensables en cualquier neceser. Así mismo, a diferencia de los polvos tradicionales, estos productos se funden con la dermis. Esto, creando un rubor que parece brotar naturalmente desde el interior de la piel.
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Acabado natural
Cynthia Di Meo, Directora Global de Arte de Rare Beauty, destaca que la popularidad de estos formatos se debe a su versatilidad.

«Proporcionan un acabado que se integra perfectamente, permitiendo modular la intensidad sin que el maquillaje se sienta pesado o apelmazado», explica la experta. Esta adaptabilidad los hace ideales para potenciar la belleza natural en cualquier tipo de look, desde el más minimalista hasta el más sofisticado.
Técnicas
A la hora de aplicarlo, la libertad es total: se pueden usar los dedos para un acabado cálido, una brocha para mayor precisión o una esponja para un difuminado impecable. Di Meo recomienda una técnica específica para transformar el rostro:
- Punto clave: Colocar una pequeña cantidad en la «manzana» de la mejilla.
- Dirección: Difuminar hacia la sien.
- Resultado: Un efecto lifting inmediato que define las facciones de manera orgánica
Una de las grandes ventajas de esta tendencia es su capacidad de corrección. Si se aplica demasiado color, no es necesario retirar todo el maquillaje. Simplemente, basta con pasar la brocha impregnada con un poco de base o usar una gota de corrector para suavizar el tono.

