REDACCIÓN. En el competitivo mundo de la medicina estética, una nueva tendencia inspirada en los peinados de las celebridades está dominando las consultas: el lifting ponytail o «cola de caballo».
Este procedimiento busca replicar el efecto de firmeza y frescura que se obtiene al recoger el cabello en una coleta alta, pero de manera permanente y con un acabado sutil.
A diferencia de los estiramientos faciales tradicionales, esta técnica se enfoca en el tercio superior del rostro. Según expertos, su principal beneficio es la elevación de la cola de la ceja y el tensado de la zona temporal, lo que logra «abrir» la mirada y reafirmar los pómulos sin alterar la expresión natural del paciente.
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Mínima invasión
Una de las razones de su popularidad es su carácter menos invasivo. La doctora Victoria Núñez Vera, cirujana maxilofacial, explica que las incisiones son mínimas y se sitúan estratégicamente dentro de la línea del cabello. Al no requerir el despegue de grandes áreas de piel, el tiempo de recuperación es significativamente menor, permitiendo una reincorporación rápida a la rutina diaria.

Por su parte, la doctora Elena Jiménez, cirujana plástica, aclara que este método no sustituye al lifting clásico. Sin embargo, sí es ideal para quienes buscan un «refrescamiento» facial.
¿Quiénes son los candidatos ideales?
El perfil del paciente para un lifting de cola de caballo es diverso:
- Jóvenes: Aquellos que notan una caída incipiente de la ceja y desean un efecto de «ceja foxy» o mirada despejada.
- Personas de mediana edad: Quienes presentan flacidez leve y quieren evitar cirugías más agresivas.
- Pacientes maduros: Se puede combinar con un mini lifting para optimizar los resultados globales con naturalidad.
Del mismo modo, los especialistas enfatizan que la clave del éxito reside en una valoración personalizada. Se analizan la estructura ósea, la elasticidad de la piel y el movimiento muscular para asegurar que el vector de tracción potencie la belleza del rostro. Esto, sin «borrar» su identidad.

