REDACCIÓN. Aunque el otoño aún se siente, la temporada navideña está oficialmente a la vuelta de la esquina, y para los amantes de las fiestas, es el momento clave para planificar la decoración.
El árbol de Navidad se consolida una vez más como la estrella de la corona, y este 2025, las tendencias apuntan a una mezcla de elegancia clásica, toques coquette y mucha diversión.
El furor por los lazos encuentra su máximo esplendor en la decoración navideña. En 2025, son uno de los elementos favoritos para adornar el árbol. Comprar lazos de diferentes estilos y materiales, o incluso confeccionar los propios con cintas, aporta una estética coquette que se distancia de la tradición. Las posibilidades son infinitas: desde lazos pequeños en blanco, mezclas coloridas de estampados, o en clave XXL decorando la cima del árbol.
Le puede interesar – Estas servilletas harán que tu cena de Navidad sea especial
Las redes sociales como Pinterest, Instagram y TikTok confirman la tendencia dominante: la estética Ralph Lauren. Las búsquedas relacionadas con el look de la firma estadounidense han disparado la inspiración para el hogar. Aquí, los colores insignia —azul marino, rojo y blanco—, el estampado tartán, los materiales rústicos (mimbre, madera) y los dibujos de ositos en clave british son los protagonistas. Las tiendas están repletas de adornos alineados con esta elegante tendencia.
Caos divertido
Para quienes huyen de la estética tradicional, los elementos metalizados y el glitter cumplen con el carácter festivo. Las guirnaldas y flecos metalizados, los adornos plateados y los accesorios de cristal se convierten en aliados perfectos para una decoración sofisticada que no rompa con el estilo que impera en el hogar, transformando el árbol en una joya XXL.
Finalmente, en contraste, la devoción por el árbol caótico y carente de sentido estético gana adeptos. Esta apuesta permite coleccionar adornos variopintos, incorporar piezas adquiridas en viajes y crear un verdadero contenedor de historias y recuerdos que renazcan año tras año.
