Redacción. El mundo de la belleza siempre sorprende con nuevos ingredientes de múltiples beneficios. Actualmente, la atención se centra en innovaciones que revalorizan los elementos naturales, dejando de lado los compuestos químicos recientes. Reconocido por sus propiedades para desintoxicar el cuerpo (tanto interna como externamente), se utiliza en filtros de agua para absorber toxinas y en la medicina para tratar envenenamientos.
La materia prima fundamental, el carbón, proviene de cáscaras de coco, madera de haya, eucalipto, pino y sauce. Se obtiene cuando la madera se calienta en ausencia de aire. Cuando un laboratorio busca aumentar su poder de absorción, lo transforma en carbón activado, la versión utilizada en cosmética. Este ingrediente ha ganado popularidad masiva; de hecho, Khloé Kardashian, una figura influyente en la belleza, usó sus redes sociales para promocionar un producto de cosmética orgánica accesible que lo contiene.
Purificación
- Purificar y limpiar la piel: Funciona especialmente bien en pieles grasas y con acné, ya que es un efectivo absorbente de aceite.
- Disminuir la visibilidad de los poros: Actúa por adherencia, absorbiendo las impurezas (como puntos negros y espinillas) y toxinas. En pieles secas, se puede aplicar solo en la zona T (nariz y frente), donde se concentra la mayor oleosidad.
- Minimizar el aspecto irritado: Sus propiedades descongestivas dejan el cutis más luminoso y calmo.
Modo de aplicación
Las marcas internacionales ofrecen una amplia gama de productos, pero la versión más popular y recomendada es la mascarilla. Aplica esta mascarilla sobre la piel limpia (en todo el rostro o solo en la zona T, según tu tipo de piel). Déjala actuar durante 10 a 15 minutos y luego retírala con una esponja y agua tibia.
Si los puntos negros desaparecen en la primera aplicación, puedes repetir el procedimiento. Lo ideal es aplicarla una vez por semana o cada quince días para evitar resecar demasiado la piel. Otra ventaja es que, además de las presentaciones comerciales, se puede preparar de forma casera mezclando pastillas o cápsulas molidas (disponibles en dietéticas) con una crema o máscara hidratante.
