Redacción. Una nueva técnica de maquillaje está emergiendo de forma discreta en redes sociales y pasarelas, amenazando con destronar al clásico labio perfectamente definido. Se trata de los «blurred lips» (labios difuminados), un estilo que simula un acabado improvisado o ligeramente descuidado, pero que en realidad es una técnica intencional que busca la naturalidad.
Proveniente de Estados Unidos e inspirada en el «gradient lip» coreano, esta tendencia se expande ahora con fuerza. La clave de los blurred lips es la ausencia total de líneas precisas, creando un efecto de color que parece desvanecerse de manera orgánica, como si se hubiera borrado ligeramente o permaneciera horas puesto.
Para lograr este acabado, la preparación es fundamental: la estilista recomienda exfoliar suavemente la zona y aplicar un bálsamo ligero para garantizar una superficie lisa e hidratada.
Técnica sencilla
- Deposita el color únicamente en el centro de los labios.
- Difumina ese pigmento hacia los bordes utilizando la yema del dedo o una brocha pequeña.
El objetivo es precisamente evitar la rigidez y buscar lo contrario a la precisión. Para un resultado más aterciopelado o mayor duración, se puede sellar con una capa fina de polvo translúcido. Si se busca un toque de sofisticación, basta con añadir un punto de brillo en el centro.
Este efecto logra unos labios suaves, relajados y muy actuales. Las texturas cremosas o los tintes ligeros funcionan especialmente bien.
En cuanto a los tonos, los más favorecedores son aquellos que realzan ligeramente el color natural del labio, como los rosados empolvados, los rojos apagados o los nude cálidos. La idea final es que el color parezca propio y auténtico.
Los blurred lips se consolidan como el nuevo clásico moderno, ideales para un maquillaje relajado y con carácter, marcando el fin de la era del delineado firme.
