Redacción. Mientras el rubio ha sido históricamente el color de cabello más codiciado, los tonos castaños han ascendido al trono de la coloración, demostrando ser la opción más versátil, elegante y atemporal para la temporada de frío.
Lejos de ser un color plano, el castaño se impone con nuevos matices que buscan la profundidad y la luminosidad natural en la melena.
Expertos en coloración confirman que el cambio de estación, tras el aclarado natural del verano, impulsa esta vuelta a los tonos tierra. Carlos Ortigosa, especialista y portavoz de L’Oréal Professionnel, lo describe así: «Si el rubio es la diva, el castaño es la reina eterna.»
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Su atractivo reside en anclarse a la belleza orgánica y en ser el lienzo perfecto para casi cualquier piel. Ana Martínez, estilista de Jean Louis David, coincide, destacando que el castaño es un «clásico atemporal» que siempre permite encontrar un matiz en tendencia.
Estrellas de la temporada
Chocolate y Glacé: Este año, la naturalidad sofisticada se plasma en dos tonos clave. Ortigosa señala que es el momento de optar por el Chocolate Profundo, un castaño casi negro que revela destellos cálidos bajo la luz, ideal para una «declaración de poder», ejemplificado por la actriz Penélope Cruz.
La segunda gran tendencia es el Marrón Glacé (Glazed Brown), popularizado por figuras como Hailey Bieber. Este tono se consigue con sutiles y estratégicas pinceladas más frías o cálidas, creando un movimiento interno sin caer en el efecto rayado, resultando en un castaño lleno de vida y multidimensional. Otras celebrities como Zendaya (con castaño caramelo) y Anne Hathaway (café luminoso) también marcan la pauta.
Para elegir el castaño perfecto, los expertos insisten en la necesidad de un diálogo personalizado que considere la temperatura de la piel. Del mismo modo, para las pieles cálidas (subtonos dorados), Ortigosa recomienda bases rojizas o cobre (caramelo, avellana), que «iluminan». Para las pieles frías (subtonos rosados o azulados), el consejo es ir por bases cenizas o neutras (chocolate puro, marrón ceniza) para aportar sofisticación.
El mensaje final de los especialistas es claro: el castaño de moda es un tono con presencia, que no necesita gritar para llamar la atención, sino que subraya la elegancia innata de quien lo lleva.
