Redacción. Si la piel luce apagada, con arrugas o brotes de acné, el retinol podría ser el ingrediente transformador que se necesita.
Este derivado de la vitamina A, presente en cremas, sueros y lociones, ha sido reconocido en dermatología cosmética como un avance clave. La dermatóloga Rachel Nazarian lo califica como un «superhéroe multitarea» por su capacidad para abordar diversos problemas de la piel.
El retinol actúa estimulando la producción de nuevas células y promoviendo el recambio celular, según la Cleveland Clinic. Además, es un potente activador de colágeno, lo que contribuye a reducir líneas finas y aumentar la firmeza de la piel.
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Sus propiedades también incluyen un efecto exfoliante suave, que contribuye a aclarar manchas oscuras, mejorar la textura de la piel y reducir la apariencia de los poros al prevenir su obstrucción. Pertenece a la familia de los retinoides y se considera la versión más tolerable para el uso diario en comparación con la tretinoína de prescripción médica.
Beneficios
Sus beneficios están ampliamente documentados: previene el acné al desobstruir poros, unifica el tono de la piel al reducir la hiperpigmentación, y mejora la elasticidad. Sin embargo, su eficacia depende de la aplicación correcta.
Los expertos recomiendan aplicarlo únicamente por la noche, sobre la piel completamente seca, comenzando con una cantidad pequeña (tamaño de un guisante) y con una frecuencia de dos a tres veces por semana para construir tolerancia.
Es crucial elegir envases opacos y herméticos, ya que la molécula es muy inestable y se degrada fácilmente con el aire y la luz. El químico Stephen Alain Ko advierte que la constancia es más importante que la concentración, pues incluso porcentajes bajos (como el 0,01%) son efectivos a largo plazo.
Aunque puede causar enrojecimiento o descamación inicial, estos efectos suelen ser temporales. La clave del éxito es la diligencia y la paciencia: los resultados visibles requieren de tres a seis meses de uso ininterrumpido. Siempre se debe finalizar la rutina nocturna con una crema hidratante y, de forma obligatoria, usar protector solar FPS 30 o superior cada mañana.
