Redacción. Después de varias temporadas ancladas en los pantalones anchos y la moda athleisure, la industria de la moda ha dictaminado un claro cambio de rumbo: la falda es la prenda estrella del 2025.
Las pasarelas han confirmado que esta pieza clásica y versátil tomará el centro del escenario, ofreciendo infinitas posibilidades para el vestuario de otoño.
Con el clima fresco invitando a jugar con capas y texturas, la falda se posiciona como protagonista en cualquier outfit y ocasión. Las tendencias clave se bifurcan en tres siluetas principales. Para un estilo más elegante y sofisticado, las faldas largas y fluidas en telas como seda, satén o tul serán imprescindibles, combinándose a la perfección con botas altas o botines de piel.
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Por otro lado, la falda midi de corte estructurado se perfila como la opción ideal para un look urbano y pulido. Y para aquellas que prefieren mostrar más piel, las mini faldas regresan con fuerza, renovadas en tejidos netamente otoñales como el tweed, la pana y el cuero, y pensadas para llevarse con medias y calzado de tacón.
Combinación
La clave del éxito de esta temporada reside en el arte de la combinación. Veremos las faldas acompañadas de sweaters oversized, creando un atractivo contraste de volumen. El blazer entallado y los abrigos largos también serán aliados estratégicos.
Como accesorios estrella, el cinturón ancho reaparece para marcar la cintura, mientras que los calcetines visibles y las medias de colores se convierten en el detalle moderno.
Más allá de ser una simple tendencia, la falda en 2025 es un vehículo para la interpretación personal. Ya sea en su versión romántica, minimalista o rockera, es la pieza perfecta para darle un toque único y con vuelo a la personalidad de quien la viste.
