Redacción. Las cejas reafirman su poder como la carta de presentación más fuerte del rostro. Hoy, los contornos afilados ceden lugar a una tendencia que apuesta por un aspecto más natural, fresco y versátil.
“Todo apunta a que esta temporada la naturalidad será la norma. Las cejas muy definidas, con diseños tipo ‘plantilla’, pierden protagonismo frente a un acabado mucho más natural, con cejas más suaves y menos estructura”, confirma la experta en micropigmentación Mónica Aránguez.
“Existe una clara inclinación hacia cejas más orgánicas, menos trabajadas y con un aspecto ligeramente despeinado. Este estilo, más ‘salvaje’, respeta la forma y el crecimiento original del vello y responde a una búsqueda de frescura, autenticidad y una estética menos forzada”.

Naturalidad no significa descuido
Este cambio de tendencia no implica abandonar el cuidado de las cejas, sino reinterpretarlo. La clave está en usar fórmulas que realcen la forma natural del pelo, geles que fijen y aporten volumen, y productos que ayuden a conseguir ese ‘efecto fluffy’ y esponjoso. Al final, se trata de trabajar con lo que tienes en lugar de forzar un diseño que no siempre se adapta a tu fisonomía.
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“Este tipo de ceja más natural favorece a una amplia variedad de rostros, ya que suaviza las facciones y aporta un aspecto fresco y juvenil. Es especialmente beneficiosa para rostros angulosos, porque contrarresta las líneas duras. Además, se adapta bien a distintos estilos, desde los más minimalistas hasta los desenfadados, y resulta menos restrictiva que las cejas muy marcadas”, explica la experta.
Cejas finas o poco pobladas
A muchas nos gustaría lucir las cejas de Cara Delevingne o Taylor Hill, pero la genética no siempre es tan generosa. Si tienes cejas más bien escasas, Aránguez asegura que no todo está perdido.
“Para conseguir un efecto más natural en cejas poco pobladas, recomiendo dejar crecer el vello sin intervenir durante varias semanas. Además, el uso de productos de acabado ligero, como geles con color o lápices de trazo fino, permite rellenar de forma sutil sin perder naturalidad. También es útil cepillar el vello hacia arriba para crear volumen visual y fijarlo con un gel transparente o de fijación flexible. El objetivo es imitar la textura real del vello, no redibujar la ceja por completo”, detalla.

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Por el contrario, la experta aconseja evitar productos demasiado pigmentados que generan un contraste artificial. Tampoco recomienda forzar una forma que ya no corresponde con la estructura natural de la ceja después de años de depilación. “Otro desacierto frecuente es la impaciencia”, advierte. “El proceso de recuperación del vello puede llevar tiempo, así que conviene respetar sus ciclos naturales. Abandonar el exceso no significa descuido, sino un nuevo enfoque de cuidado y adaptación”.
Guía de experta para una ceja natural paso a paso
Mónica Aránguez resume el proceso en estos puntos clave:
- Pausa la depilación. Suspende cualquier método de depilación por un tiempo prolongado para observar cómo crece tu ceja sin intervención.
- Define con sutileza. Una vez que veas la forma real, trabaja sobre ella retirando únicamente el vello que rompa la armonía general.
- Maquilla con ligereza. Opta por técnicas suaves y productos que imiten el vello en lugar de crear bloques de color. El diseño debe respetar la fisonomía de tu rostro, sin imponer formas predeterminadas.
- Sé paciente y gradual. Un enfoque progresivo, junto a las herramientas adecuadas y un buen criterio estético, te garantizará una transición exitosa hacia unas cejas más naturales.



