Redacción. En la búsqueda de una apariencia saludable y juvenil, conceptos como el «well-aging» han ganado popularidad, promoviendo el autocuidado y la prevención como pilares fundamentales.
En este contexto, el yoga facial surge como una disciplina en auge, atrayendo a quienes buscan alternativas efectivas a los tratamientos invasivos. Pero ¿es una moda pasajera o una práctica con beneficios reales?
Según la facialista Mery Escuin, el yoga facial es una herramienta poderosa que va más allá de un simple ejercicio. «No solo combate la flacidez, sino que también contribuye a preservar una apariencia más saludable, descansada, firme, luminosa y, en definitiva, rejuvenecida», afirma.
Así como ejercitar el cuerpo es vital para la salud física, los ejercicios faciales son esenciales para activar los músculos del rostro y tonificar la piel, mejorando la circulación sanguínea y el suministro de nutrientes y oxígeno a las células cutáneas.

Le puede interesar: 6 cortes de cabello corto recomendados por expertos que sí rejuvenecen
La flacidez, que se intensifica con el paso del tiempo, es consecuencia de la pérdida de colágeno, elastina y grasa facial. La experta explica que estos ejercicios pueden ayudar a contrarrestar la “caída” natural de la piel.
Para obtener resultados visibles, Escuin recomienda una rutina de al menos 15 minutos, cinco días a la semana. «Es posible comenzar a observar cambios significativos en la firmeza del rostro después de 6 a 8 semanas», asegura, al enfatizar que la constancia es clave para lograr resultados acumulativos.
Cinco ejercicios para empezar
- Para levantar las mejillas: presiona los pómulos con los índices mientras sonríes ampliamente.
- Contra la papada: inclina la cabeza hacia atrás y junta los labios como si fueras a dar un beso al techo.
- Suavizar la frente: con las manos sobre la frente, presiona hacia afuera mientras intentas fruncir el ceño.
- Tonificar labios: con los dedos en las comisuras, intenta sonreír ejerciendo resistencia.
- Reducir patas de gallo: con los índices en las esquinas de los ojos, presiona suavemente mientras los cierras con fuerza.

Escuin subraya que estos ejercicios son sencillos y pueden incorporarse fácilmente a cualquier rutina, siempre realizando movimientos controlados para generar una ligera resistencia muscular sin forzar.



