DE MUJERES. Dentro de cada una de nosotras vive una mujer exitosa, no importa si te dedicas exclusivamente al hogar o si compartes tu tiempo con un trabajo fuera de casa, eres una gran mujer y como a veces nos gana el deseo de hacer las cosas bien, incluso a pesar de nuestro bienestar, hablaremos de las señales de que necesitas pensar más en ti.
Sí, una mujer exitosa puede llegar a la cima -o sentirse en ella- en cualquier momento, pero también sabe que el camino hacia ese punto es largo y que implica mucho trabajo, aún así, de nada valdrá todo ese esfuerzo si ella se queda en último lugar, por debajo de lo que sus seres queridos u otros esperan de ella.
Tal vez en este punto pensarás que es algo egoísta, pero pensar en ti no es algo malo, los límites son sanos y cuando tú te tratas con amor y respeto, los demás también lo hacen. Si por el contrario, tú les permites todo, aprenderán a que tú harás lo que digan y ya, sin pensar realmente en lo que implica para ti o si incluso te lastima.
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Las señales
Una mujer exitosa es fuerte, inteligente, es capaz de reconocer sus capacidades y de reconocer sus fallas, para trabajar en ellas y ser mejor cada día, es una mujer que da amor a manos llenas, que disfruta lo que hace y que cuida de otros por completo, es cansado, por eso debe aprender a escuchar cuando su cuerpo y su corazón le piden que se detenga.
Simplemente es alguien que se siente satisfecha con su vida, que valora lo que tiene pero no se conforma y busca algo mejor para ella y los que ama. Por eso, estas señales pueden alertarte de que necesitas pensar más en ti:
- Sientes que has perdido la autoridad ante tus hijos, recuerda, la mamá eres tú.
- Te da miedo decir que no cuando te piden extras en el trabajo, aunque eso implique cansarte más, llegar tarde a casa y descansar mal.
- Te cuesta mucho negarte cuando te piden un favor, sientes miedo de quedar mal con el otro.
- Sientes distancia con tu pareja, como que das mucho y él no.
- A veces deseas no estar con tu familia por lo mucho que demandan de ti.
- Tu trabajo es el centro de tu vida, vives para trabajar y es el único tema del que hablas.
- Te gustaría lucir mejor, pero sientes que el tiempo no te alcanza.
- Duermes pero no descansas, a veces hasta cuando despiertas te sientes más cansada.
- Te sientes sola y/o perdida, sin metas, sin rumbo, como si tu vida no tuviera propósito más allá de servir o ayudar a otros.
- Cuando observas las actividades de tu semana, todo es hacer algo por alguien más, pero no hay algo que te emocione, que sea tu tiempo.
- No recuerdas cuándo fue la última vez que alguien te preguntó “¿cómo estás?” o ¿”cómo te sientes”.
- Haces todo lo que tu pareja quiere por evitar problemas o malos ratos, pero sientes que tu relación se ha estancado.
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