Internacional. El gobierno de Nicaragua expulsó este domingo al conocido monseñor Rolando Álvarez, quien durante años ha sido un fuerte crítico del presidente Daniel Ortega.
Así mismo, también liberó a 14 sacerdotes y 3 seminaristas, y los envió a la ciudad italiana de Roma, según aseguraron medios de prensa y opositores nicaragüenses en el exilio.
Ortega y su esposa y vicepresidenta Rosario Murillo pretenden “dejar sin sacerdotes a Nicaragua. Otro avión lleno de pastores del pueblo al exilio”, escribió en la red social X (antes Twitter) Vallejos, exiliado en Estados Unidos en forma de protesta contra el régimen que durante años ha venido persiguiendo a los integrantes de la iglesia católica en el país centroamericano.
En octubre pasado, otros 12 sacerdotes fueron liberados y enviados a Roma tras un acuerdo del gobierno con el Vaticano que significó el envío de los religiosos hasta Italia, lejos de la represión que vivían por parte del régimen de Daniel Ortega.
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Medios internacionales, aseguraron que el avión, con los integrantes liberados de la Iglesia católica. Incluso ya llegó a su destino final en Roma para darle la libertad a los 13 religiosos.
La relación entre la Iglesia y el gobierno se deterioró después de que Ortega acusara a sacerdotes de apoyar las protestas antigubernamentales de 2018. Mismo que consideró un intento de golpe de Estado promovido por Washington y que se saldaron, según la ONU, con más de 300 muertos.
¿Falsa persecución?
La vicepresidenta de Nicaragua y esposa del presidente Daniel Ortega, Rosario Murillo, hace unas semanas leyó un poema según el cual es “falso que hay persecución religiosa”. Durante su alocución habitual transmitida en medios oficialistas días después de la detención de sacerdotes católicos nicaragüenses.
“Falso que hay persecución religiosa. Si arrestan a un cura, por algo será. Eso no es persecución religiosa. Por siglos y por las arcas abiertas se han creído sobre las leyes y algunos jerarcas hasta por encima del rey de reyes”, dijo Murillo.
La vicepresidenta explicó que leía “un poema del escritor, hermano Edwin Moncada” porque “es importante saber” cómo se comparten “pensamientos, reflexiones, verdades verdaderas”.
Murillo agregó en su lectura que si hay sacerdotes detenidos en España, Estados Unidos o Chile “nadie se asombra”. “Ah, pero si es en Nicaragua se rasgan las vestiduras, siempre sucede así”, destacó. La vicepresidenta nunca se refiere a las denuncias contra las capturas de los sacerdotes, pero ha criticado a religiosos que “siembran el odio” y apoyan el “terrorismo” en el país.