Redacción. Familiares y amigos se reunieron este domingo para dar el último adiós a Alejandro Enrique Aceituno, Roger Alberto Coleman y Anny Rachel Villatoro, tres de los cinco jóvenes desaparecidos cuando realizaban una mudanza y cuyos cuerpos fueron hallados sin vida en una zona montañosa entre Tatumbla y El Zamorano, en Francisco Morazán.
Imágenes difundidas muestran el desgarrador momento en el cementerio, donde familiares y seres queridos se reunieron con flores y bombas para despedir a las víctimas.
Los familiares dieron cristiana sepultura a los jóvenes encontrados sin vida.Fueron varios días de angustia los vividos por los familiares, desde el 23 de junio que reportaron la desaparición de los jóvenes. Aunque mantuvieron viva la esperanza, las autoridades finalmente encontraron sin vida cuatro de los cinco desaparecidos.
Dos de los cuerpos fueron hallados a unas tres horas de camino en la montaña, mientras que los otros dos estaban ubicados a varios kilómetros de distancia, una hora más de camino.
El quinto joven continúa desaparecido, pero las esperanzas de encontrarlo con vida son nulas.
Caso
La pareja Roger Coleman y Annie Rachel Villatoro, y sus tres amigos Kenneth Cruz, Elvin Josías Izaguirre y Alejandro Aceituno desaparecieron en la colonia Mirador de Oriente, donde Coleman y Villatoro tenían previsto alquilar una casa.
La hipótesis de los entes de investigación explica que miembros de la pandilla 18 estaban interesados en la casa que la familia Coleman Villatoro rentó. Por tal razón los criminales los asesinaron el mismo día del secuestro.
«Lamentamos este hecho fatal con ese desenlace tan terrible, pero obviamente estamos trabajando con todas nuestras direcciones especializadas para resolver este crimen», enfatizó Sánchez.
Y es que el secretario afirmó que la estructura criminal “sin justificación raptó cinco personas y podemos asegurar que asesinó a cuatro de ellas”.
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Identificación de los cuerpos
El Ministerio Público completó este domingo la identificación de los cuatro cadáveres encontrados. Los médicos forenses utilizaron huellas dactilares para identificar a Roger Coleman y a su pareja Annie Villatoro, mientras que a Alejandro Enrique Aceituno Antúnez y Kenneth Gabriel Cruz Banegas los identificaron mediante odontograma forense.
A todos los cuerpos los sometieron a autopsias médico legales, cuyos informes los entregarán a la Fiscalía Especial de Delitos Contra la Vida como parte del expediente de investigación criminal.
Se informó que debido al avanzado estado de descomposición de los cuerpos, se necesitaron estudios adicionales para confirmar oficialmente los nombres y apellidos de los fallecidos.
