Redacción. Conscientes del riesgo que implica volver a sus viviendas en la colonia Guillén de Tegucigalpa, varias familias han optado por retornar este fin de semana a la región impactada por el deslizamiento en septiembre del 2022.
El evento devastó numerosas viviendas en el área. La difícil situación económica y la falta de opciones habitacionales han forzado a muchas de estas familias a regresar a sus casas, ubicadas en la zona cero del desastre.
«Sabemos que vivimos en una zona no retornable, pero no tenemos otra opción. No alcanza para alquilar y comer porque todo está caro», expresó una de las afectadas que volvió a su casa.
Al menos diez familias han tomado la misma decisión. Aún cuando han sido advertidas de que sus viviendas podrían ser demolidas por la Alcaldía Municipal del Distrito Central (AMDC).
Los afectados, sin embargo, han mostrado su desacuerdo con la medida de derribo adoptada por las autoridades, argumentando que algunas casas aún están en condiciones habitables.
«Mis dos viviendas siguen de pie. Si viera que están rajadas o fisuradas, no lo pensaría dos veces para salir», comentó una de las residentes. A su vez, solicitó que se considere realizar obras de mitigación. No obstante, clamó que no procedan a demoler los inmuebles que aún permanecen intactos.
La AMDC ha ofrecido cubrir el costo del alquiler para facilitar la salida de las familias de la zona de riesgo, pero los vecinos se muestran escépticos ante esta promesa.
Varios de ellos argumentan que en ocasiones anteriores, otros residentes aceptaron esta misma oferta y no recibieron el apoyo prometido.
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Estabilizar los deslizamientos
Por su parte, Jorge Aldana, alcalde del Distrito Central, anunció semanas atrás el comienzo de una obra de mitigación dirigida a controlar el deslizamiento de tierra en la colonia Guillén, zona declarada inhabitable debido a su alto riesgo.
El objetivo principal de la intervención se enfoca en asegurar el terreno y brindar mayor seguridad a las familias que viven en los alrededores. En la llamada “zona cero” de la colonia se llevará a cabo una demolición controlada de estructuras situadas en la falla original.
Este nuevo proceso busca no sólo reducir el riesgo de colapso, también canalizar de manera efectiva las aguas subterráneas que debilitan el suelo, siguiendo un diseño técnico elaborado por la Agencia de Cooperación Internacional de Japón (JICA).
El alcalde capitalino resaltó que la obra es compleja y cada paso está planeado para evitar daños mayores.