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viernes 5 diciembre 2025

Desde el espacio: NASA capta un resplandor impresionante de aurora boreal

Redacción. La Estación Espacial Internacional (EEI) se ha consolidado como uno de los lugares más privilegiados para observar fenómenos naturales de gran impacto. En una reciente misión, la astronauta estadounidense Zena Cardman, comandante de la misión Crew-11 de la NASA, capturó imágenes de una aurora boreal de una intensidad poco común.

Este espectáculo, ocurrido el 17 de noviembre, tuvo lugar durante un período de actividad solar elevada, lo que aumentó la frecuencia y el alcance de estos fenómenos, según informó Paris Match.

Para Cardman, que nunca había presenciado una aurora boreal desde la superficie de la Tierra, esta experiencia fue especialmente significativa.

Aunque en la EEI estos eventos se vuelven casi rutinarios debido a la posición de la estación, la comandante destacó que la aurora observada esa semana fue “particularmente bella”. En el video grabado, se pueden ver un brillante arco verde, ondas de luz sobre la curvatura azul del planeta y un resplandor rojizo en el horizonte.

Además, Cardman invitó a sus seguidores a localizar puntos geográficos visibles en el video, como Houston, Florida y el amanecer sobre Sudamérica.

Las auroras: un fenómeno natural fascinante

Las auroras, tanto boreales en el hemisferio norte como australes en el sur, son fenómenos espectaculares provocados por la interacción entre partículas cargadas del Sol y el campo magnético terrestre. La NASA explica que el Sol emite continuamente partículas cargadas en lo que se conoce como viento solar.

Al alcanzar la Tierra, estas partículas interactúan con la magnetosfera y liberan energía. Esta liberación de energía precipita hacia la atmósfera, creando las auroras con colores que varían del verde al rojo, azul, violeta y rosa, dependiendo del gas afectado y de la altitud. El oxígeno produce verde y rojo, mientras que el nitrógeno genera azules y rosados.

El color verde, que es el más común, aparece cuando el oxígeno se excita a altitudes de entre 100 y 200 kilómetros. A mayores altitudes, el oxígeno emite un tono rojo, mientras que el nitrógeno puede generar destellos azules o rosados. La combinación de estos elementos puede dar lugar a tonalidades púrpuras o incluso blancas.

NASA
Zena Cardman captó desde el espacio un arco luminoso y oleadas de color sobre la Tierra, brindando una rara y asombrosa vista de las auroras boreales.

Auroras más allá de la Tierra

Las auroras no son exclusivas de la Tierra. Misiones espaciales como Voyager 1, el Hubble Space Telescope, Cassini y MAVEN han detectado auroras en planetas como Saturno, Júpiter, Marte y otras lunas y atmósferas planetarias, confirmando que este fenómeno puede ocurrir en cualquier planeta o luna con atmósfera y campo magnético.

A lo largo de la historia, las comunidades humanas han observado este espectáculo natural, y, por ejemplo, los inupiat de Alaska las denominan kiuġuyat, según registros etnográficos citados por la NASA.

Actividad solar intensa y sus efectos tecnológicos

Recientemente, las auroras han aparecido fuera de las zonas polares, en lugares como Nueva Zelanda, Francia y Estados Unidos, lo que está relacionado con una fase de actividad solar intensa. Las erupciones solares y las eyecciones de masa coronal transportan partículas cargadas que potencian estos fenómenos en latitudes inusuales y con mayor intensidad.

Más allá de su belleza, las tormentas solares asociadas a las auroras pueden tener impactos negativos en la tecnología. Estas tormentas pueden alterar comunicaciones, afectar satélites y causar sobrecalentamientos en redes eléctricas. La NASA subraya la importancia de monitorear y prevenir estos posibles efectos tecnológicos.

Estudios y ciencia ciudadana

Para estudiar las auroras en detalle, se emplean diversas técnicas. Los observatorios terrestres usan magnetómetros y cámaras de campo amplio para detectar alteraciones en el campo magnético y observar el fenómeno en tiempo real. Además, programas como BALBOA lanzan globos científicos a gran altitud para observar las auroras con mayor claridad que desde la superficie.

También se utilizan cohetes sondadores para acceder a zonas donde ni satélites ni globos pueden operar, permitiendo obtener información clave sobre los procesos físicos involucrados. Satélites como THEMIS se enfocan en la observación detallada del clima espacial y las auroras.

La NASA destaca la importancia de la ciencia ciudadana a través de iniciativas como Aurorasaurus, que permite a cualquier persona reportar sus avistamientos. Estos informes, al ser verificados, se convierten en datos valiosos que enriquecen modelos científicos y contribuyen a nuevos descubrimientos.

Las auroras no solo son un espectáculo visual impresionante, sino también un vínculo entre la Tierra y el Sol, una manifestación natural en la que la energía y el magnetismo se conjugan. Este fenómeno sigue fascinando a científicos y observadores de todo el mundo, mientras continúa revelando aspectos fundamentales del clima espacial y su impacto en la tecnología moderna.

Fuente∶ Infobae

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