Redacción. Los cadáveres de cuatro de los cinco jóvenes secuestrados y asesinados presuntamente por miembros de la pandilla 18 fueron ingresados a la morgue de Tegucigalpa luego de un difícil traslado desde una montaña de Tatumbla, Francisco Morazán.
Gustavo Sánchez, ministro de la Secretaría de Seguridad, dio a conocer algunos detalles sobre la operación de rescate de los cuerpos sin vida, ya que los pandilleros los ejecutaron en un sector de difícil acceso.
“Son cuatro cuerpos que encontramos y hoy a las 4:30 hora local dio inicio la operación de extracción. La Policía Nacional, la Dirección Policial de Investigaciones y las diferentes direcciones especializadas se movilizaron e hicieron el levantamiento», explicó Sánchez a medios locales.
Cuerpos de seguridad trasladaron los cadáveres de Roger Alberto Coleman (24), Annie Rachel Villatoro (30) y otros dos más en calidad de desconocidos en un helicóptero de la Fuerza Aérea Hondureña a la Base Aérea Hernán Acosta Mejía y después a la Dirección de Medicina Forense del Ministerio Público, donde sus familiares ya esperan su identificación y entrega.
Los otros dos cuerpos sin vida podrían pertenecer a Kenneth Cruz (22), Elvin Josías Izaguirre (20) o Alejandro Aceituno, amigos de la pareja que sólo andaban ayudándoles a mudarse de casa.
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La escena del crimen
El informe de las autoridades establece que los cuatro cuerpos estaban dispersos desde la noche del viernes entre las comunidades de Tatumbla y El Zamorano, entre 20 y 30 kilómetros al este de la capital hondureña.
Los cadáveres de la pareja Coleman Villatoro estaban a unas tres horas de camino en la montaña en avanzado estado de descomposición, boca abajo, tapados con ramas y a un metro y medio de distancia uno del otro, aproximadamente.
Mientras que la segunda escena se encontró a una hora más de camino: los cuerpos de dos hombres, con signos de tortura y en estado de descomposición, fueron dejados a la orilla de una crecida quebrada de la montaña. Ambos cadáveres estaban semidesnudos, según las autoridades.
El hecho
La pareja y sus tres amigos desaparecieron en la colonia Mirador de Oriente, donde Alberto Coleman y Annie Rachel Villatoro tenían previsto alquilar una casa.
La hipótesis de los entes de investigación explica que miembros de la pandilla 18 estaban interesados en la casa que la familia Coleman Villatoro rentó. Por tal razón los criminales los asesinaron el mismo día del secuestro.
«Lamentamos este hecho fatal con ese desenlace tan terrible, pero obviamente estamos trabajando con todas nuestras direcciones especializadas para resolver este crimen», enfatizó Sánchez. A su vez, instó al Congreso Nacional a aprobar reformas para declarar terroristas a los miembros de pandillas.
Y es que el secretario afirmó que la estructura criminal “sin justificación raptó cinco personas y podemos asegurar que asesinó a cuatro de ellas”. Uno de los cinco jóvenes continúa desaparecido. Sin embargo, las esperanzas de encontrarlo con vida son nulas.