Redacción. Con la llegada de la Semana Santa, miles de personas aprovechan el feriado para viajar a las playas y disfrutar del sol, el mar y la arena. Esta temporada representa una de las principales oportunidades del año para relajarse, compartir en familia y reconectarse con la naturaleza.
Una de las actividades más comunes durante estos días es tomar el sol con la intención de lograr un bronceado atractivo y una piel dorada
El bronceado (cuando el color de nuestra piel se oscurece o broncea) es la defensa natural de nuestra piel contra los rayos ultravioleta del sol. A medida que nuestra piel está expuesta a la luz solar, aumenta el nivel de «melanina» en las células de la piel, dándole una apariencia más oscura.
La ‘melanina’ es un pigmento natural de la piel y el aumento del pigmento de melanina ayuda a disminuir la penetración de los rayos UV del sol en las células de la piel, lo que ayuda a prevenir quemaduras.
Los peligros de broncearte y cómo hacerlo de manera segura
La Skin Cancer Foundation dice que, solo en Estados Unidos (EE.UU), una de cada 5 personas va a desarrollar cáncer de piel antes de los 70 años, y que los casos de esta enfermedad asociados con la exposición al sol llegan a ser mayores que los que se relacionan con el consumo del cigarro, por eso hay que conocer los peligros y tomar precauciones.
Acelera el envejecimiento
De acuerdo con la SCF, broncearte cambia tu piel, la daña y acelera el proceso de envejecimiento, lo que significa que las arrugas aparecen de manera prematura, te pueden salir manchas oscuras en distintas partes de las zonas más expuestas, y tu piel se ve curtida.
Y lo que hay que saber es que el daño surge desde el primer bronceado (y en todos los tipos de piel, no solo en las más blancas o sensibles) y se va acumulando mientras más lo haces.
Quemaduras
Las quemaduras de sol pueden ser muy dolorosas e incluso peligrosas. Puedes desarrollar desde un tono rojo y un ardor, hasta grandes ampollas (dependiendo del tiempo que pases bajo el sol y tu tipo de piel).
Esta es solo la primera etapa del daño, y tal vez la más notoria en un principio. De acuerdo con la FDA, también se relacionan con la aparición de melanoma, que es un tipo de cáncer que puede ser muy agresivo.
Te deshidratas y afectas tu sistema inmune
El sol produce calor y el calor te hace sudar, lo que significa que puedes estar perdiendo mucho líquido sin darte cuenta. Esto puede conducir a la deshidratación, que afecta la apariencia de tu piel, pero también a tu cerebro y tu salud.
Si vas a pasar mucho tiempo bajo el sol, es importante que te mantengas bien hidratado, con agua y no con los cócteles coloridos del bar del hotel.
Por otro lado, la World Health Organization menciona que según la FDA, la exposición excesiva al sol también puede afectar la habilidad del sistema inmune de trabajar correctamente y de lidiar con ciertas enfermedades.
Cáncer de piel
El ardor y el enrojecimiento no son los únicos problemas de exponerte al sol. La FDA dice que hay dos tipos principales de cáncer de piel, el melanoma y el no melanoma. El primero es menos común, pero es más agresivo y letal, aunque es curable si lo detectas rápidamente, y el segundo aparece en todas las zonas expuestas al sol, como la cara, la espalda o los brazos.
La FDA dice que la predisposición al cáncer de piel puede ser hereditaria, pero que la exposición a los rayos UV también aumenta las posibilidades.
Daños en los ojos
La FDA también explica que el daño solar no solamente ocurre en la piel, sino que también puede producir cosas como la Fotoqueratitis, que son quemaduras en las córneas que se causan cuando el sol es muy intenso y no llevas protección en los ojos.
Esto le suele pasar mucho a los alpinistas en la nieve, ya que está refleja el sol directo en sus ojos, pero en realidad muchos tipos de luz pueden causarlo. Cuando te pasa, experimentas dolor, inflamación en los párpados, problemas de visión o la sensación de que tienes arena en los ojos.
Además, los expertos dicen que la exposición a los rayos UV también puede aumentar el riesgo de desarrollar cataratas, que pueden causar dolor alrededor de los ojos e impedir tu visión.
¿Cómo broncearse de manera segura?
La SCF dice que no hay una manera segura de broncearse, pero hay algunas cosas que puedes hacer para protegerte.
Primero, es sumamente importante que te pongas protector solar y que sepas que hay que volver a aplicarlo constantemente, además de que debes evitar las horas en las que el sol es más intenso. De preferencia, hay que buscar otras opciones para tener ese brillo del verano, y la SCF tiene algunas propuestas.
La primera es fingir el bronceado, usando productos que ayudan a broncearte sin sol, también puedes cambiar el color de tu ropa, hacer ejercicio, ya que la actividad aeróbica y de alta intensidad ayuda a que la piel se vea saludable, e hidratarte y comer correctamente, que también es bueno para la piel.