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jueves, marzo 28, 2024

Cuevas de Pencaligüe, donde la luz, rocas y «magia» forman el mapa de Honduras

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HONDURAS. Un país cinco estrellas se caracteriza por tener atractivos inigualables, paisajes impresionantes y precisamente eso es lo que ofrecen muchos sitios a lo largo del territorio hondureño.

Aunque con el confinamiento algunos de estos lugares tomaron la determinación de cerrar sus puertas temporalmente, con una Semana Santa que ya inició, esperan recuperar el esplendor de recibir visitantes.

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En Honduras existen sitios inexplorados, incluso algunos que muchos ni siquiera sabían que estaban aquí. No es necesario salir al extranjero para disfrutar belleza, pues en territorio catracho se puede encontrar.

Eso sí, adaptándolo a una nueva modalidad, pues con la pandemia del COVID-19, los recorridos deben hacerse con todas las medidas de bioseguridad. Diario TIEMPO le dará a conocer un lugar que es poco conocido, pero, a su vez, considerado como sorprendente ¡Descubra porqué!

Cuevas de Pencaligüe

En un remoto pueblo de Honduras, en lo profundo del bosque, se ocultan estas cuevas que muy pocos han visitado, porque desconocen su existencia y su impresionante belleza.

El nombre de las cuevas de Pencaligüe en lengua Lenca significa “Cerro de piedras huecas”. Aún no es muy popular entre los hondureños, por tanto, merece ser aún más resaltado.

Esta impresionante obra de la naturaleza se localiza en el municipio de Atima, Santa Bárbara, hasta donde se llega atravesando las comunidades de San Vicente Centenario, Macholoa y San Nicolás de este Departamento.

Se puede llegar en vehículo hasta las faldas de la sierra, pero una vez allí, la travesía deberá continuar a pie, por senderos que atraviesan los bosques de pino y bordeando el río San José.

Las cuevas han sido poco exploradas.

El trayecto es de aproximadamente 45 minutos, y conviene que el visitante tenga una condición física regular, pues algunos tramos de montaña quitan el aliento. No obstante, los visitantes irán disfrutando de paisajes dignos de una postal.

El esfuerzo físico será recompensado con la primera vista de la primera caverna, en la que desemboca el río San José. La montaña literalmente se traga el caudaloso río, cuya garganta lo conduce subterráneamente hasta el municipio de San Luis.

Sus dimensiones son impresionantes y al adentrarse surge temor a lo desconocido. Ruidos extraños hacen que uno contenga la respiración. Son los centenares de murciélagos que habitan en su interior y que despiertan nerviosos ante las luces de las linternas.

Cuevas de Pencaligüe
Cuevas de Pencaligüe, Atima, Santa Bárbara.

Los lugareños afirman que esta cueva fue recorrida en su totalidad por una expedición de canadienses que hace algunos años instalaron sus tiendas de campaña a la orilla del río. En tres días lograron cruzarla, valiéndose de todo el equipo necesario.

Se forma el mapa de Honduras

En las cuevas de Pencaligüe se puede ver desde el interior de la cueva principal cómo se forma el mapa de Honduras. Se produce gracias a la luz que entra en la cueva y las rocas marcan su contorno.

Cuevas de Pencaligüe poco explorado
Muchos plasman su aventura en una fotografía.

Los visitantes aprovechan para tomarse fotografías, destacando este impresionante atractivo. Algunos ingresan con su linternas y otros aventureros toman antorchas, donde sobresale la llama de lo desconocido.

Un mito de la cueva se encuentra en un claro donde los más atrevidos podrán encontrar muchos árboles frutales y comer nacatamales que podrán extraer ya preparados de las paredes. Los alimentos sólo pueden comerse en el lugar, ya que al salir de la cueva, las frutas se convierten en piedra y los tamales en arena.

¿Te atreves a explorar las Cuevas Pencaligüe?

Recuerde que en Atima, Santa Bárbara, es donde están ubicadas las cuevas, pero también existen variedad de hoteles disponibles para su comodidad. Incluso, puede alquilar apartamentos, solo es cuestión de buscar en las redes sociales su disponibilidad.

Asimismo, hay varios restaurantes donde podrás degustar comida típica de Honduras o si quiere deleitar el paladar con un asombroso café, es el lugar indicado.

Cuevas de Pencaligüe poco explorado
Fotografía de «Un Hondureño x El Mundo».

Lugares que también puedes conocer

Como se mencionó anteriormente, para llegar hasta este sitio se atraviesa San Vicente Centenario, un pintoresco pueblo poco conocido en Honduras. Este rinconcito afable y prodigioso se encuentra en el departamento de Santa Bárbara.

San Vicente Centenario, Santa Bárbara.

Las personas que pasean por este destino expresivo de tradiciones sentirán una hospitalidad por parte de los poblares y de todos los paisajes que rodean este municipio que muchos aseguran que parece una pintura.

La mayoría de las casas son de abobe y teja, y poseen colores alegres que se acopla con toda la esencia natural que tiene este pequeño lugar de Honduras.

Macholoa y San Nicolás son otros sitios esplendorosos con clima agradable y propicio para un paseo familiar. Ubicado a unos 15 kilómetros de la cabecera departamental, este municipio está rodeado de cerros que lo engalanan como el Montuca, Loma del Zacate, Maneto, Cerro del Vigía, Las Lajas.

San Nicolás, Santa Bárbara.

El árbol anacahuite es la joya de los sannicolasenses y el corazón del parque central, donde a diario reposan sus habitantes. Jóvenes y adultos pasan bajo su fronda por varias horas, mientras los niños juegan libremente.

Según los habitantes, las raíces del árbol son el símbolo de unidad que existe entre las familias del municipio y su sombra representa la de un padre que brinda protección a sus hijos. Los pobladores recomiendan visitar la ciudad en época de verano, cuando el árbol se viste de verde.


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