La progenitora de Marcelo Canales, doña Silvia Cálix cuenta que cada vez que enfrentan al Olimpia en Tegucigalpa le entran nervios. Antes del juego estuvo mensajeando con su hijo y le pidió que mantuviera la tranquilidad, y se encomendara a Dios mientras los nervios empezaban a invadirla.
“Disfruté mucho el primer gol, ese es el que grité y celebré, para el segundo ya tenía taquicardia de la emoción y los otros hijos me estuvieron dando agua. Fue bonito ver que mi hijo metiera esos dos golazos. Creí que Olimpia nos iba a empatar, y aun con eso me sentiría satisfecha, pero gracias a Dios fue una tarde muy bonita”, nos confesó.