AFP.- El apagón casi total que sufren los cerca de 10 millones de cubanos entró este sábado en su segundo día, a pesar de los esfuerzos del gobierno para reanimar al sistema eléctrico, colapsado un día antes por una avería en la principal termoeléctrica de la isla.
Las autoridades informaron sobre un incipiente avance en el restablecimiento del sistema eléctrico. «370 MW, es la suma de lo que tenemos en microsistemas» y aumentará «con la entrada, esta tarde, de termoeléctricas, centrales flotantes y motores», dijo el Ministerio de Energía y Minas en su cuenta de X en su informe más reciente.
Los microsistemas son motores anexos que garantizan el servicio a centros vitales y alcanzan algunos hogares cercanos. Se trata, sin embargo, de una escasa generación de electricidad respecto a los 3.300 megavatios que el país demandó el jueves pasado, un día antes del colapso y cuando el gobierno declaró «emergencia energética».
Este sábado el país amaneció a oscuras, un día después de que una avería en la principal central termoeléctrica de la isla provocara la caída de la red por una nueva «desconexión total del sistema electroenergético nacional», señaló el portal de noticias Cubadebate, sin precisar detalles.
Este anunció cayó como balde de agua fría sobre muchos cubanos que apenas pudieron dormir por el calor sin ventiladores.
“Mantener la calma”
«Este apagón les complica muchísimo la vida a los cubanos. La situación es bien difícil, pero yo intento mantener la calma, porque ya es demasiado estrés en este país», declaró a la AFP Yaima Valladares, una bailarina de 28 años.
El ama de casa Isabel Rodríguez, de 72, se queja de no poder dormir. «Cómo no se nos va a enredar la vida, si no tenemos nada, ni los motores del agua pueden ponerse», dijo.
El presidente Miguel Díaz-Canel realizó por la noche del viernes una reunión de supervisión en la que prometió que «no habrá descanso» hasta restablecer «totalmente el servicio» en la isla.
Más temprano, las autoridades del Ministerio de Energía y Minas habían informado que el país había quedado «sin energía» eléctrica a partir de la 11H00 locales (15H00 GMT), tras la salida imprevista de la central termoeléctrica Antonio Guiteras, la principal de la isla y ubicada en Matanzas (occidente).
Al amanecer, la mayoría de los barrios de la capital, de dos millones de habitantes, continuaban sin servicio de electricidad, constató un fotógrafo de la AFP. Solo hoteles, hospitales y algunas casas particulares que cuentan con pequeñas plantas propias de generación tenían electricidad.
Molestia
«La gente está un poco alterada por tanto tiempo sin corriente y sabrá Dios cuándo la irán a poner», señaló Rafael Carrillo, un mecánico de 41 años, que dijo que llevaba caminando casi cinco kilómetros por falta de transporte.
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«Te pasas cuatro o cinco horas esperando la guagua (autobús) y cuando pasa, pasa repleta y no para», dice con cansancio ante la casi nula circulación de transporte público.
El jueves, Díaz-Canel dijo que la crisis obedece a la dificultad para comprar el combustible que necesita su sistema eléctrico, debido al embargo que Washington aplica contra la isla desde 1962.
“Imposible estudiar”
El gobierno anunció el jueves la paralización de labores estatales para enfrentar la crisis que en las últimas semanas ha dejado a la población de varias provincias hasta 20 horas sin luz en un día.
Los cubanos sufren desde hace tres meses prolongados apagones, con un déficit de hasta el 30% en la cobertura nacional. Y el jueves llegó al 50%.
Esta situación trastoca la vida cotidiana de los cubanos. «Yo era estudiante y los estudiantes igual tienen que estudiar y sin luz es casi imposible estudiar», dice un joven de 18 años que pidió el anonimato y que se queja de la desinformación.
«Mi teléfono ya no tiene batería, no tenemos internet, se va la conexión también y no puedo llamar a mis familiares porque no hay cobertura en el teléfono fijo en la casa», dice antes de alejarse lentamente en su bicicleta.
“Ruina energética”
En la isla, la electricidad se genera a través de ocho desgastadas termoeléctricas que en algunos casos presentan averías o se encuentran en mantenimiento, así como de varias plantas flotantes -que el gobierno renta a empresas turcas- y grupos electrógenos.
En su mayoría, esta infraestructura requiere de combustible para funcionar. Con escasez de alimentos, medicinas, una inflación disparada y apagones crónicos que limitan el desarrollo de las actividades productivas, Cuba enfrenta su peor crisis económica en tres décadas.
Los apagones fueron uno de los detonantes de las históricas manifestaciones del 11 de julio de 2021. En 2023, la isla se recuperó de los cotidianos cortes eléctricos que experimentó en casi todo 2022. En septiembre de ese año hubo otro apagón generalizado, tras el paso del huracán Ian.