REDACCIÓN. En medio del confinamiento obligatorio por la pandemia del Covid-19, un pollito se ha convertido en la sensación en una localidad al occidente de Cuba, donde lo han bautizado como «El giro».
Y es que la atracción surge debido a que el ave nació con cuatro patas, las cuales crecen cerca de su cola. Por tal motivo destaca entre una pequeña bandada de siete crías. “Nunca antes visto en mis 67 años“, asegura su dueño, José Antonio Peñate.
El par extra de extremidades carece de movilidad y hace que el pollito se retrase con respecto al resto. Pero eso no impide que corra por todo el patio, aclaró Peñate, vecino de Paso del Medio, en las afueras de la ciudad de Matanzas.
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Además, agregó que “es toda una atracción para la familia, los nietos lo fotografían y los amigos que no lo han visto desconfían de su existencia”.
Un antecedente en Cuba
Por otro lado, el pequeño animal “refresca los ánimos” de la comunidad, que permanece autoconfinada en casa la mayoría del tiempo. Esto, debido a la epidemia de coronavirus que casi ha paralizado al país caribeño.
Cabe decir, que en Cuba existe al menos un antecedente similar, reportado por la prensa oficial en mayo de 2016. Al parecer, este tipo de malformación sucede cuando un huevo de gallina es fertilizado por un gallo emparentado con ella.
La consanguinidad provoca la aparición de un gen recesivo y se incuba una doble yema, en la que la fusión de los embriones conlleva a una anomalía genética. Lo anterior, según explica un artículo del diario Juventud Rebelde.
