Redacción. Cuba vivió un nuevo colapso de su sistema eléctrico este viernes 14 de marzo de 2025, en lo que representó el cuarto apagón nacional en los últimos seis meses. La oscuridad cubrió las calles de La Habana y otras partes del país, mientras que solo algunos hoteles, negocios privados y centros esenciales, como hospitales, permanecieron iluminados gracias a sus plantas eléctricas.
Según el Ministerio de Energía y Minas (Minem), la desconexión del Sistema Eléctrico Nacional (SEN) ocurrió a las 20:15 hora local (0:15 GMT), debido a una falla en una subestación que causó una pérdida significativa de generación eléctrica en el occidente de la isla. Este incidente pone de manifiesto la fragilidad del sistema energético cubano, que ha estado sufriendo cortes recurrentes en los últimos meses, afectando a la vida cotidiana de los ciudadanos.
El impacto del apagón fue inmediato y generalizado. Mientras las luces se apagaban en gran parte del país, en Camagüey, Angélica Caridad Martínez, residente de 50 años, expresó su frustración: «Uno vive en un sobresalto, me iba a sentar cuando se fue la luz, ya ni hambre tengo, se me quitó de golpe. Esta situación es insostenible, no hay quien viva así».
En Holguín, Andrés López, de 67 años, compartió su incomodidad: «Otro apagón general, es para que a estas alturas esto no pasara, no lo esperaba y me molesta muchísimo».
Le puede interesar: Hasta L25 millones diarios perdería Honduras por apagones este verano
Impacto prolongado de la crisis energética
El apagón general es solo un reflejo de una crisis energética más amplia que ha golpeado a Cuba durante los últimos meses. En febrero de 2025, se registró el mayor déficit energético en al menos dos años, afectando al 57% del país al mismo tiempo. Además, en varias regiones, los cortes de electricidad diarios superan las 20 horas, con la población en constante incertidumbre sobre el regreso del servicio.
La falta de combustible también ha sido un factor crítico, ya que el sistema eléctrico de Cuba depende en gran medida del combustible importado, que enfrenta dificultades de abastecimiento debido a la crisis económica que atraviesa la isla. Las termoeléctricas, que son las principales fuentes de energía en el país, están obsoletas y sufren constantes fallas debido a décadas de explotación sin la debida inversión.
La crisis económica y el embargo
Este colapso energético ocurre en medio de una profunda crisis económica, considerada la más grave en 30 años. La escasez de alimentos, medicinas y combustible, junto con la inflación descontrolada, ha acentuado las dificultades diarias para la población cubana. La situación se ve aún más agravada por el embargo económico impuesto por Estados Unidos desde hace más de seis décadas.
Las centrales termoeléctricas del país, la mayoría de las cuales fueron inauguradas en las décadas de 1980 y 1990, sufren continuos problemas. Para mitigar los apagones, Cuba ha recurrido a plantas flotantes alquiladas a una empresa turca y a generadores de energía. Aunque estos dependen de un suministro de combustible cada vez más escaso.
Compromiso gubernamental con la recuperación
El primer ministro cubano, Manuel Marrero Cruz, manifestó en X que, ante la inesperada desconexión del sistema, se trabaja «sin descanso» para lograr la pronta recuperación del servicio eléctrico. Sin embargo, el déficit energético y la escasez de recursos siguen siendo problemas persistentes, que impiden una solución definitiva en el corto plazo.
El sistema eléctrico cubano sigue siendo un reflejo de los problemas estructurales de la economía y la infraestructura del país. A pesar de los esfuerzos por recuperar el servicio, los apagones se han vuelto una constante en la vida de los cubanos. Ellos deben enfrentar esta realidad como parte de una crisis mayor que afecta todos los aspectos de su vida diaria.
Mientras tanto, el Gobierno enfrenta un desafío monumental para garantizar el suministro eléctrico, además de atender las necesidades básicas de la población en medio de una creciente insatisfacción social.
De igual importancia: EOR investigará actuación de Honduras y Nicaragua tras apagón regional