Redacción. La madrugada del jueves se convirtió en una de las más oscuras para la comunidad de La Ceiba, cuando un ataque armado en la colonia Sinaí, sector Bonitillo, dejó múltiples víctimas. Entre los fallecidos se encontraba Wilmer Armando Orellana Banegas, un joven de 22 años, quien se convirtió en la quinta víctima fatal de esta masacre.
Wilmer, conocido por su ética de trabajo, sufrió graves heridas durante el ataque. A pesar de su estado crítico, logró sobrevivir durante varias horas. Los socorristas lo trasladaron al Hospital de La Ceiba, donde los médicos intentaron salvarle la vida. Sin embargo, murió justo cuando se preparaban para someterlo a una cirugía de emergencia.
La noticia de su muerte rápidamente se esparció, conmocionando a quienes lo conocían. Su madre, profundamente afectada, se refirió a la tragedia con una mezcla de dolor e incertidumbre. En una entrevista con un medio local, expresó: «Lo último que supe de él fue que andaba trabajando», haciendo énfasis en que su hijo siempre se dedicó a su labor con responsabilidad.
Un joven dedicado al trabajo desde temprana edad
Wilmer Orellana era un joven que desde pequeño se caracterizó por su dedicación al trabajo. En su comunidad, era conocido por su constancia y su disposición para ayudar. Usuarios en redes sociales también compartieron recuerdos y testimonios sobre su esfuerzo, destacando que siempre buscó salir adelante, a pesar de las dificultades que pudo haber enfrentado en su camino.
La noticia de su muerte ha dejado a los vecinos de la colonia Sinaí y a muchos en la ciudad en shock, pues Wilmer no solo era un joven trabajador, sino también una persona respetuosa y amigable con todos. La tragedia ha dejado una huella profunda en su familia, amigos y en toda la comunidad, quienes ahora se enfrentan a la dura realidad de perder a alguien tan joven y lleno de potencial.
Un acto de violencia que enluta a La Ceiba
El ataque ocurrió alrededor de las 3:00 a. m., según las investigaciones policiales, cuando al menos ocho hombres armados irrumpieron en la vivienda de la familia Mayorquín y abrieron fuego sin mediar palabra.
Las víctimas han sido identificadas como:
- Cristian Josué Mayorquín (21)
- Daisy Fabiola Mayorquín Redondo (18)
- Juan David Mayorquín (16)
- Génesis Gabriela Mayorquín Silva (14)
- Wilmer Orlando Orellana (19).
Cuatro de las víctimas eran hermanos, mientras que sobre la quinta aún se investiga si tenía algún parentesco con ellos. Todas se encontraban dentro de la vivienda a la hora en que, según testigos, sujetos armados irrumpieron en el lugar y abrieron fuego indiscriminadamente.
El comisionado Melvin García, jefe de la Dirección Nacional de Prevención y Seguridad Comunitaria, confirmó que la principal línea de investigación se centra en una posible disputa por el control de la venta de drogas en la zona.
Además, se ha dispuesto el envío de equipos especializados desde Tegucigalpa y San Pedro Sula para reforzar la investigación, utilizando herramientas forenses y análisis de perfiles criminales con el fin de determinar si los fallecidos tenían vínculos con estructuras de narcomenudeo o, por el contrario, fueron víctimas colaterales.