Tegucigalpa, Honduras.- La desigualdad, falta de oportunidades, inseguridad, violencia y la pobreza en la que se encuentra gran parte de la población de Honduras, ha provocado el fenómeno social del desplazamiento a las calles de cientos de familias entre las que se contabilizan más de 20 mil niños.
De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) y organizaciones dedicadas a velar por la población infantil, en 2022 los niños en condición de calle superaban los 15 mil en Honduras.
Según el INE, para el 2023, el 41.5 % de la población hondureña estaba en pobreza extrema y el 64 % en pobreza. En el caso de los menores, se contabilizaron 18 mil niños en condición de calle. En lo que va de este año, informes señalan que seis de cada 10 familias están en condición de extrema pobreza, arrastrando a más de 20 mil menores de edad a las calles.
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Honduras figura junto a Brasil, Colombia, Guatemala y Panamá, como los países con un índice de desigualdad extremadamente alta en ingresos, oportunidades y acceso a la educación y salud.
Esta desigualdad en ingresos ha generado que padres junto a sus hijos utilicen los bulevares para pedir dinero, laborar limpiando vidrios y vender variedad de objetos, con lo cual limitan a la población infantil en su desarrollo académico y profesional para un mejor futuro.
Además de eso, entes que vigilan la crítica situación de la niñez y adolescencia sostienen que la violencia en el núcleo familiar también ha incrementado debido a que, en lo que va del 2024, ya se reportan más de dos mil denuncias de maltrato infantil.
Estos diferentes factores hacen de la población infantil una presa de las redes de estructuras criminales y motiva la migración, según los expertos consultados.
7 lempiras mensuales por niño
Para este 2024, el gobierno destinó 283,688,085 lempiras del Presupuesto General de la República a la Secretaría de Niñez, Adolescencia y Familia (SENAF). Al hacer una división teniendo en cuenta que el 35 % de la población representa la niñez, y haciendo la división temporal del año en que se ejecutará el presupuesto, se destinaron sólo 0.26 centavos diarios para cada uno.
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Erick Romero, director de Aldeas Infantiles SOS, lamentó que se destine tan poco presupuesto para la población infantil.
“La población infantil es casi el 35% del total, si hacemos una división de ese cálculo, apenas son siete lempiras al mes por cada niño. No se puede hacer trabajo preventivo, crear oportunidades para nuestra niñez”, expresó.
Miseria y exclusión social
El director de la Coordinadora de Instituciones Privadas por las Niñas, Niños, Adolescentes, Jóvenes y sus Derechos (Coiproden), Wilmer Vásquez, afirmó que las instancias de corrupción, inmunidad, criminalidad y falta de oportunidades, han creado un sistema que tiene como víctima a la niñez.
«Evidencia la miseria, pobreza y exclusión social en la que se ha mantenido a la población hondureña. Reconocemos los esfuerzos del gobierno, pero requiere de mayor inversión pública… Las secuelas que hemos venido arrastrando a lo largo de los últimos 15 años son grandes. Vemos a cientos de personas que están pidiendo en las calles, fácilmente son coartadas por las estructuras criminales y el narcotráfico”, indicó.
Vásquez es del criterio que en la transición de gobiernos se dejan de lado las políticas públicas para implementar programas gubernamentales. Además, criticó que las principales instituciones de atención para los infantes han sido entregadas a activistas de partidos políticos y no a personas capacitadas.
«Amerita apuntar a los problemas estructurales que tiene el país, como la corrupción, impunidad, como una política de Estado, la recuperación de la institucionalidad. También la focalización de la inversión del Presupuesto General del Estado», señaló.
Cerró señalando que “en la medida que tengan un techo y empleo digno, se van a generar mejores condiciones para la familia». Luego, apuntó que «el principal entorno protector para un niño es la familia, segundo la comunidad y tercero la escuela”.
Prevención
Sobre el tema, la ministra de SENAF, Lizeth Coello, afirmó que la situación de la niñez y de las familias es la consecuencia de un modelo económico que sólo ha generado pobreza.
“Una de las primeras acciones que tenemos es conocer datos y números de cuántas personas están esta condición. Con las estadísticas se pueden tomar acciones y hablar de inversión y un programa de alcance para ellos”, apuntó.
Agregó que “se abordará el núcleo familiar para identificar las condiciones que generan la salida de niños y la familia a la calle. Muchas tienen que ver con violencia, insatisfacción de necesidades y salida de los espacios educativos”.
Sentenció afirmando que están buscando crear programas y metodologías que permitan el retorno familiar, acceso a salud y el regreso a las aulas.
Según el Índice de Capital Humano del Banco Mundial, debido a las condiciones actuales del país, un niño hondureño, cuando crezca, será sólo un 48 % productivo de lo que podría ser si recibiera educación completa y gozara de plena salud. Lo anterior, es una cifra inferior al promedio de la región de América Latina, que alcanza el 56 %.