TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Luego de que el pastor Alberto Solórzano compartiera unas palabras llamando a diversos sectores hondureños a unirse al perdón y reconciliación, diferentes personajes se levantaron en contra exponiendo que con eso solo se pretende apoyar la impunidad.
Políticos, empresarios y el pueblo hondureño se unieron a un rotundo rechazo a lo propuesto por el religioso. Muchas figuras reconocidas del país, sobre todo del nuevo gobierno, manifestaron su descontento a través de las redes sociales.
Las opiniones coinciden en que, aunque el perdón es una virtud, no puede abogarse por la impunidad ante los crímenes cometidos en los últimos mandatos.
De igual forma, el empresario Eduardo Facussé, presidente de la Cámara de Comercio e Industrias de Cortés (CCIC), apuntó que el perdón es válido, pero a través de una investigación y aplicación de la justicia.
«Estoy totalmente en contra de cualquier intento de mantener la impunidad a través de amnistías», aseveró.
“En los primeros 100 días haremos que muchos sean alcanzados por la justicia terrenal. Dios que les perdone sus pecados, pero acá no se irán sin pagar sus robos”, dijo el doctor Carlos Umaña.
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Comentarios de la población
El malestar de estos funcionarios llevó a que la demás población se uniera y de igual forma manifestara que lo dicho por Solórzano no es lo mejor.
«Las y los hondureños deseamos paz, pero también deseamos y urge que devuelvan lo robado. La reconciliación no significa olvidar todo lo que hicieron. Significa que se haga justicia verdadera. Ni crea que somos tontos y no sabemos el desastre de país que deja el narco gobierno», expuso un usuario.
También, una persona opinó: «La justicia le tendrá que alcanzar. El pueblo fue claro en su mandato, necesitamos adecentar todo y eso solo será posible con justicia social».
Llamado al perdón y reconciliación
El pastor expresó a los medios de comunicación que era un gran momento para la llegada del perdón y reconciliación. Indicó que las nuevas autoridades deben hacer un llamado no solo a consensos en términos de planes y proyectos, sino de limar asperezas.
«Debemos estar dispuestos a reconocer nuestros errores, nuestras faltas, que todos las cometemos», expresó.
En tal sentido, dijo que hacer señalamientos es una equivocación, incluso para la Iglesia, ya que no hay personas perfectas, sino quienes buscan mejorar con la ayuda de Dios.
Enfatizó que un llamado a la conciliación desde las máximas autoridades gubernamentales sería sumamente importante, para proceder a desarrollar los planes que se tienen como nación.
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