EUROPA – Cristiano Ronaldo está viviendo un inicio de temporada muy mala. El delantero portugués está sufriendo la peor crisis goleadora de su carrera en el Real Madrid, en un episodio más de su decadencia futbolística.
Una decadencia que, sin embargo, no le impedirá firmar una renovación multimillonaria con el club que preside Florentino Pérez.
Ronaldo ha pasado de ser una máquina de marcar a una batería de fallar. Algo impropio para un delantero que ha vivido siempre del gol y sin él aporta solo desequilibrio y asistencias.
Sus estadísticas se han desplomado en este arranque de la temporada 2016-2017. El portugués ha jugado 678 minutos en los 10 encuentros que ha jugado el Real Madrid y solo ha marcado 4 goles: dos en la Liga y dos en la Champions. Lo que significa un gol cada 169,5 minutos.
Su porcentaje de acierto, además, es muy bajo. En el último partido de Champions, este pasado martes ante el Legia de Varsovia, disparó 9 veces a portería y no marcó ningún gol.
Lo corroboran sus estadísticas en la Liga: ha chutado 29 veces para marcar solo dos goles. Su actitud, además, es reprochable cuando falla un gol: se desengancha del equipo y pasa de todo el mundo.
La ‘suerte’ que tiene Cristiano Ronaldo es que nadie se atreve a ponerle en su sitio. Sus compañeros de vestuario son incapaces de criticarle por su individualismo. Y su entrenador, Zinedine Zidane, no deja de decir que marcará en el próximo partido y muestra un pánico absoluto a hablar de dejarle en el banquillo. Una situación y unos números que le alejan, cada vez más, del Balón de Oro.
