Redacción. El asesinato del comunicador social Javier Antonio Hércules Salinas, ocurrido en Santa Rosa de Copán, ha provocado una profunda indignación y un urgente llamado a la justicia por parte de organizaciones y colegas del gremio periodístico.
El Colegio de Periodistas de Honduras (CPH) emitió un comunicado a través de su cuenta oficial en X, en el que condenó el asesinato y exigió una investigación «transparente y creíble» para esclarecer las circunstancias que rodearon la muerte del comunicador.
Asimismo, expresaron su pesar por la pérdida que enluta no solo a la familia de Hércules Salinas, sino también al periodismo nacional. El CPH destacó que, aunque el periodista estaba bajo la protección del Mecanismo de Protección para los Periodistas, estas medidas no fueron suficientes para evitar la tragedia.
«Pero más aún, lamentamos que las acciones del Mecanismo de Protección para los Periodistas, no dieron los resultados para evitar esta tragedia que hoy enluta a una familia y al periodismo nacional; se suponía que el colega, Hércules Salinas, estaba recibiendo esos beneficios», expresó.
Lea también: Comunicador social y taxista: así era Javier Hércules, asesinado en Copán
Además, el CPH señaló que los ataques desde la cúpula del poder aumentan la vulnerabilidad del gremio periodístico. «Sin duda alguna que los ataques a la prensa desde la cúpula del poder, convierten a nuestro gremio más vulnerable y susceptible ante cualquier peligro», manifestó.
Finalmente, el CPH reiteró el llamado a las autoridades para que se realice «una investigación exhaustiva y se llegue a los hechores de este crimen». En este sentido, se busca garantizar justicia para la víctima y su familia.
Suceso
La mañana de este domingo, Hércules se dirigía a su casa cuando fue asesinado a tiros en la colonia Flores Saavedra de Santa Rosa de Copán, al occidente del país. Su cuerpo quedó dentro del taxi que conducía, mientras los atacantes huyeron con rumbo desconocido.
Según medios locales y personas cercanas, Hércules ya había recibido amenazas de muerte desde hace dos años, las cuales denunció públicamente. Aunque tenía nacionalidad salvadoreña, decidió permanecer en Honduras, donde continuó ejerciendo el periodismo pese a los riesgos.