TEGUCIGALPA, HONDURAS. Estable de salud y con una evolución satisfactoria se mantiene el cardenal Óscar Andrés Rodríguez luego de haberse contagiado de la mortal enfermedad COVID-19.
Así lo informó esta tarde la Arquidiócesis de Tegucigalpa a través de un comunicado. En el documento, la sede católica indicó que los niveles de inflamación presentan un leve descenso, lo que representa que su estado de salud irá mejorando con el pasar del tiempo.
«Más que la fuerza de un tanque de oxígeno, lo que necesita el señor cardenal es la fuerza de nuestras oraciones», reza el comunicado.
Por otro lado, las autoridades eclesiásticas rogaron la prudencia y honestidad al momento de divulgar noticias sobre el estado de salud del máximo jerarca de la Iglesia Católica, porque crea un ambiente de desesperanza que no tiene ningún fundamento ni razón de ser.
«Con la mirada puesta en la celebración de la próxima jornada mundial del enfermo, colocamos desde ya en manos de Nuestra Señora de Lourdes, salud de los enfermos, la vida de nuestro señor arzobispo y la de tantos hermanos que en este momento están aquejados por la pandemia y por otras enfermedades», finalizó el comunicado.
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Comunicación con el Papa Francisco
Luego que se informara del contagio del cardenal Rodríguez, el Papa Francisco, se mostró preocupado por la condición de salud del arzobispo hondureño.
De acuerdo con la Arquidiócesis de Tegucigalpa, el Santo Pontífice, personalmente, buscó comunicarse con él para conocer sobre su situación médica.
El cardenal Óscar Andrés Rodríguez tiene 78 años de edad. Su contagio sucedió desde la semana pasada, sin embargo, fue hasta el pasado jueves 4 de febrero que se hizo pública la información.
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