CORTÉS. A una licenciada en Enfermería que trabaja en el Hospital Mario Catarino Rivas de San Pedro Sula, tratando a pacientes con Covid-19, todos los días sus vecinos la reciben con aplausos cuando regresa de su jornada en el barrio El Centro de Cofradía.
Juana Aguilar es su nombre, aunque en su comunidad la conocen como «Juanita», amada por todos debido a su pasión por servir a los demás en el día y momento que se le necesite sin siquiera pedir algo a cambio.
«Cuando nos pone una inyección y le queremos pagar nos dice que no, que a ella ya le pagan en su trabajo por ese servicio y por eso estamos muy agradecidos», dijo una de las residentes del barrio El Centro a un medio de comunicación local.
En Honduras, algunos miembros del personal de salud son discriminados y estigmatizados por los ciudadanos, pues creen que transportan el virus y que podrían contaminarlos. En algunos sectores, la desinformación e ignorancia de la gente llegó a la situación de, según denuncias, casi agredir a médicos y enfermeras y correrlos de sus residencias.
Por tal razón, la acción de los vecinos de ‘Juanita’ debe tomarse como ejemplo para otras comunidades. De hecho, la misma Juana Aguilar envió un mensaje a los hondureños que le «tienen miedo» a los trabajadores de hospitales y centros de salud.
«Nuestro uniforme no viene contaminado. Nosotros unamos medidas de bioseguridad cuando atendemos a los pacientes. Quiero decirles que no nos tengan miedo», dijo la profesional de la Enfermería. Al mismo tiempo, confesó que el reconocimiento de sus vecinos es algo que «da más ánimos para seguir es esta lucha».
Nota para nuestros lectores:
Suscríbete gratis a más información sobre el COVID-19 en nuestro WhatsApp haciendo clic en el enlace: bit.ly/whatsapptiempo
