TEGUCIGALPA, HONDURAS. Un 60 por ciento de la cosecha de café 2019-2020 se ha exportado, según anunciaron los caficultores hondureños, cuyo porcentaje asciende a 4,000 millones de quintales.
Es preciso mencionar que el 60 por ciento del aromático exportado representa el ingreso de 500 millones de dólares en divisas.
Al respecto, el caficultor Fredy Pastrana, de la zona oriental del país, aseguró que la emergencia por Covid-19 no ha afectado en grandes cantidades esa actividad económica.
No obstante, el productor de café fue claro y dijo que ellos no son ajenos a lo que sucede en el país con esta pandemia. Seguidamente, manifestó que «el café no ha sufrido mucho». De igual forma, lo comparó con la caída del petróleo, al decir que el café no ha sufrido, mientras que el primero ya bajó a cifras nunca antes vistas en la historia.
Cabe decir que el aromático ha sufrido altibajos de tres dólares en las últimas horas. Además, es importante agregar que este se mueve en la «banda» de los 110 dólares, sin embargo, este no es un precio que genera altas ganancias.
Por otra parte, hay que indicar que el quintal de café se cotizaba en 95 dólares en el 2019.
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Productores de café: olvidados y endeudados en crisis por Covid-19
La tendencia en las bolsas de valores se mantiene estable y el consumo interno continúa con normalidad, pese a la crisis de Covid-19. Pero hay problemas arraigados en el rubro de los cafetaleros desde mucho tiempo atrás que, en la actualidad, presionan con más fuerza.
Una deuda asfixiante amenaza, año con año, a más de la mitad de los productores del grano. Así lo contó a Diario TIEMPO Digital en días anteriores, Fredy Pastrana.
«Todos los años llegan a decirle a uno que le van a quitar su propiedad o las fincas», lamentó Pastrana, sumido en la desesperanza, ante el abandono que aqueja el sector.
Su representación institucional, el Instituto Hondureño del Café (IHCAFÉ), no aparece para mediar soluciones o siquiera saber cuál es la actualidad en las zonas de siembra y cosecha, según denunció el productor.
Abocarse a una instancia más allá, como las autoridades estatales, tampoco ha sido efectivo. El Gobierno, «agarra un impulso, después se para, y todo se traspapela. Las cosas no avanzan», relató.
