Redacción. Este lunes continúan las tomas en el Centro Cívico Gubernamental (CCG), en Tegucigalpa, por miembros de los colectivos del Partido Libertad y Refundación (Libre), exigiendo respeto a los puestos de trabajo de las bases tras posibles despidos por intervención del Instituto de la Propiedad (IP).
«Basta ya al hostigamiento laboral que se les está dando a los compañeros», reclamó Ramsés Izaguirre, miembro de los colectivos de Libre, quien se encuentra apostado en el lugar de la toma.
Asimismo, el activista denunció la falta de acción y comunicación por parte del gobierno. «Es paradójico que estemos luchando por el gobierno de nuestro propio partido, el mismo por el cual luchamos para llevarla al poder, y hasta este momento no hemos tenido ninguna respuesta», añadió.
«Nos reunimos el primer día con un abogado que prometió pasar nuestras peticiones a la presidenta, pero desde entonces, no ha habido pronunciamiento alguno», apuntó.
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Tomas en el CCG
Además, denunció intentos de intimidación y violencia contra ellos. «Nos hemos dado cuenta de que han intentado atentar contra nosotros de otras maneras. Incluso quisieron enviar a otros colectivos de Libre para enfrentarnos, y no les tenemos miedo a nada. Nos enteramos de que intentaron mandar a un grupo de 30 hombres el sábado para golpearnos, pero seguimos aquí, firmes».
Del mismo modo, aseguró que el hijo del ministro del Instituto Nacional Agrario (INA), Francisco Funes, uno de los que enviaron con la Junta Interventora, fue uno de los que firmó las actas para desembolsar dinero del IP. Por ello, consideró que dicha problemática es un conflicto de interés.
«Esto raya en lo ridículo. Vamos a llegar hasta las últimas consecuencias, pero esperamos que hoy tengamos una respuesta y que se busque una solución», agregó.
Cabe resaltar que la presidenta Xiomara Castro anunció el jueves pasado la intervención en el IP, situación que generó alarma entre los empleados que laboran es ese ente gubernamental. Los trabajadores, simpatizantes de Libre, aseguraron con esa intervención peligraban sus puestos de laborales, quienes decidieron tomarse los portones del CCG.
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