Redacción. Un ensayo clínico reciente, publicado en la revista JAMA Network Open, evaluó el efecto del contacto piel con piel inmediato en el desarrollo cognitivo de bebés prematuros, una práctica ampliamente promovida por organizaciones de salud pública como la OMS. El estudio lo dirigieron investigadores del Instituto Noruego de Ciencia y Tecnología.
El propósito fue determinar si el contacto piel con piel, específicamente en las primeras horas de vida, influye de forma positiva en el desarrollo neurológico de los bebés prematuros entre los dos y tres años de edad.
Diseño del estudio
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Población: 108 bebés prematuros nacidos alrededor de las 30 semanas de gestación.
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Intervención: Asignación aleatoria a dos grupos: contacto piel con piel inmediato o atención estándar (incubadora en unidad neonatal).
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Evaluación: A los dos o tres años, 86 niños fueron evaluados mediante las Escalas Bayley de Desarrollo Infantil (BSID-III), herramienta estándar para medir el desarrollo cognitivo en la infancia.
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Resultados principales
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Desarrollo cognitivo: No se encontraron diferencias estadísticamente significativas entre los grupos.
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Retraso en el desarrollo: Aproximadamente la mitad de los niños en ambos grupos presentaban riesgo, lo cual es consistente con la incidencia que se espera en nacimientos prematuros.
Hallazgos adicionales
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Lactancia materna: Se observó un beneficio sostenido. Más neonatos del grupo de contacto piel con piel estaban siendo amamantados al momento del alta y continuaron con la lactancia hasta el primer año.
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Otros beneficios reconocidos del contacto piel con piel:
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Estabilización del ritmo cardíaco
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Regulación de la temperatura corporal
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Facilita el vínculo afectivo madre-hijo
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Consideraciones metodológicas
La investigadora principal, Laila Kristoffersen, señaló que factores como el entorno familiar y la situación socioeconómica pueden influir en los resultados a largo plazo. También advirtió que los instrumentos utilizados podrían no ser lo suficientemente sensibles para detectar ciertas mejoras neurológicas sutiles.
Aunque este estudio no encontró un impacto significativo del contacto piel con piel en el desarrollo cognitivo a largo plazo de bebés prematuros, se destacan beneficios claros en la lactancia y en parámetros fisiológicos y emocionales. Por tanto, los investigadores recomiendan continuar promoviendo esta práctica como parte integral del cuidado neonatal.
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