Redacción. El miedo se ha apoderado de la comunidad hondureña en Estados Unidos y, a tan solo 15 días de asumir el poder, las políticas migratorias del presidente Donald Trump han generado incertidumbre entre los migrantes indocumentados, quienes temen ser detenidos y expulsados del país.
Este temor ha impactado incluso la actividad en los consulados de Honduras en territorio estadounidense. Oficinas como las de Chicago y Houston han permanecido prácticamente vacías durante la última semana, reflejando el miedo que sienten muchos connacionales.
Algunos hondureños han decidido no salir de sus casas, evitando ir a trabajar o realizar actividades diarias. “No sabemos qué hacer, solo tratamos de no llamar la atención”, expresó un migrante residente en Texas.
El panorama para los hondureños en Estados Unidos sigue incierto, y la comunidad migrante espera con preocupación los próximos pasos del gobierno estadounidense en materia de deportaciones.
Primeros deportados hondureños
Honduras ya ha comenzado a recibir a los primeros deportados bajo la administración Trump. El viernes aterrizaron en el país dos vuelos militares con migrantes detenidos en redadas y en la frontera.
El primero de dos vuelos con migrantes hondureños deportados en aviones militares llegó el viernes a La Lima, norte de Honduras. En el primer avión militar, que aterrizó hacia las 13:00 horas locales (19:00 GMT), llegaron al menos 78 migrantes, dijo en la víspera a los periodistas el canciller hondureño, Eduardo Enrique Reina.
En cuatro aeronaves, más de 350 compatriotas descendieron con pocas pertenencias y miradas perdidas, reflejando el duro trayecto que vivieron. Algunos relatan haber enfrentado condiciones difíciles durante su detención en centros migratorios, con largas esperas, tratos inhumanos y procesos legales que concluyeron en su deportación.
Las autoridades de migración de Honduras confirmaron que estos vuelos continuarán en las próximas semanas. Mientras tanto, organizaciones humanitarias hacen un llamado para brindar apoyo psicológico y laboral a los deportados que enfrentan el desafío de empezar de nuevo.
